La pandemia provocó un "boom" de las ayudas pero generó dificultades en la participación de los niños en sus respectivas religiones
MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Pluralismo y Convivencia ha presentado un libro sobre el impacto del Covid-19 en las minorías religiosas en España, en el que se recoge que las medidas tomadas durante la época más dura del confinamiento respetaron los valores y funciones de las mismas.
Así lo ha explicado el director del trabajo, José María Contreras, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Pablo Olavide.
En su intervención ha explicado que el sistema ha respondido ante esta crisis sanitaria con "acomodo al principio" de respeto y "dentro de un campo de actuación sin intromisiones" en el ámbito religioso. Según ha indicado, las medidas tomadas durante el estado de alarma se llevaron a cabo "respetando los valores y las funciones" que realizan las diferentes religiones.
Aunque en este periodo se prohibió la asistencia de fieles a los lugares de culto, algo que, según ha indicado, han sufrido todas las creencias, esta es solo la parte más visible de las consecuencias, según ha indicado Contreras. El trabajo, también a puesto el foco en la cancelación de celebraciones, la imposibilidad de reunirse en domicilios u otros espacios o la adaptación a la era digital.
En este sentido, ha explicado que en todas las religiones estudiadas se incrementaron las ayudas a los más vulnerables "a pesar de las circunstancias".
En este sentido, la coordinadora del informe y profesora del departamento de Antropología y Psicología Social de la Complutense, Mónica Cornejo, ha explicado que ha habido un "boom" en las actividades relacionadas con la asistencia espiritual. Aquellas religiones que tenían medios y recursos los mantuvieron en esta crisis, según ha apuntado, mientras que otras religiones los activaron de nuevas para paliar la situación.
IMPACTO DE LA ADAPTACIÓN DIGITAL
Este es un ejemplo, según ha señalado la investigadora, de uno de los aspectos en los que ha coincidido la mayoría de las religiones consultadas, junto con su adaptación al mundo digital. La mayoría, según ha indicado Cornejo, han decidido mantener algunas de los servicios que se han ofrecido en estos años vía online.
En líneas generales, según el estudio, esta nueva situación ha supuesto el acercamiento de nuevas actividades, la redefinición del espacio, en este caso, del domicilio, a la hora de practicar una religión y una mayor participación y conversiones.
"Tenemos testimonios que nos hablan de conversiones masivas de unas 100 personas declarando su compromiso con la comunidad", ha explicado Cornejo, quien ha apuntado que esta situación "no se había dado" ante, según han relatado los protagonistas, en situación de presencialidad.
En el lado contrario de esta situación, según ha indicado Cornejo, está la imposibilidad de reunión domiciliaria que es importante en algunas religiones --necesarias para ciertas actividades o para la evangelización-- o la "baja participación" de jóvenes y menores en las celebraciones o actividades religiosas online.
También ha sido una respuesta general de las religiones la situación de decrecimiento de ingresos que han vivido en la pandemia, ya que la mayoría accede a estos a través de los fieles.
VISIÓN DE FUTURO
Con este escenario, los expertos plantean algunas situaciones en las que las diferentes religiones deberían pensar para el futuro. En primer lugar, advierten de la posibilidad de que los jóvenes "se descuelguen" de la práctica de las mismas ante las dificultades que ha habido de acceso al culto, a actividades e, incluso, a la transmisión de la fe.
También llama a preguntarse si los cambios digitales han venido para quedarse o para facilitar algunas cuestiones, o si se mantendrá en el tiempo la demanda de asistencia espiritual actual o si, como ha planteado Cornejo, el aumento registrado puede deberse a la situación vivida y en contexto de crisis.