MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos han pedido utilizar soluciones tecnológicas innovadoras; planes basados en los ecosistemas y en la naturaleza y enfoques sociales destinados a reducir o modificar los hábitos de consumo para abordar el cambio climático y su impacto en el agua, energía, alimentos y ecosistemas del Mediterráneo.
Estas han sido las conclusiones del informe 'Conectar el cambio climático con el nexo Agua-Energía-Alimentos-Ecosistemas (WEFE, por sus siglas en inglés)' que los Expertos del Mediterráneo en Clima y Cambio Medioambiental (MedECC, por sus siglas en inglés) publican hoy. En total, ha sido elaborado por 60 autores voluntarios de 15 países y entrte sus coordinadores ha tenido a Marta Rivera, investigadora del Instituto INGENIO (CSIC-UPV).
En el texto, los autores han explicado que los países mediterráneos se enfrentan a numerosos retos interrelacionados en términos de acceso y disponibilidad de agua, energía, alimentos y tierra fértil, así como de dependencia entre ellos y de potencial impacto sobre los ecosistemas. Asimismo, confrontan varios problemas a la hora de poner en marcha la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los científicos consideran que al igual que los efectos del cambio climático en un elemento del nexo WEFE puede desencadenar impactos en cascada en otros, las medidas centradas en un único único elemento WEFE pueden implicar consecuencias negativas y conducir a una mala adaptación. En líneas generales, los científicos han avisado de que la adopción del enfoque WEFE en la región mediterránea se queda "corta" debido a la limitada calidad y accesibilidad de los datos y la insuficiente concienciación sobre las sinergias entre el nexo y sus consecuencias.
A su vez, han denunciado la escasez de incentivos e inversiones; los elevados costes a corto plazo del enfoque del nexo, y la falta de una gobernanza adecuada junto con una coordinación intersectorial a diferentes niveles. A su juicio, se requiere de un vínculo entre ciencia y política, de mecanismos financieros eficaces, de diálogo intrarregional, de planteamientos deliberativos y de enfoques piloto para medidas WEFE más coordinadas para mejorar las capacidades institucionales.
Según han explicado, estas pueden incluir nuevas técnicas de riego o la mejora de las tradicionales; la reutilización de aguas residuales tratadas o aguas desalinizadas mediante energías renovables; agrivoltaicas sin competencia del suelo; o bien prácticas agroecológicas que disminuyan el uso del agua dulce, que mejoren la conservación del agua y la fertilidad del suelo, y que reduzcan la huella energética, a la vez que maximizan la producción local de alimentos y protegen los ecosistemas.