(I-D) La ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero; el vicepresidente y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, y el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, durante la rueda de prensa posteri - EUROPA PRESS/E. Parra. POOL - Europa Press
MADRID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha rechazado "rotundamente el nuevo ataque" del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, a los periodistas y considera "gravísimo" que desde la Vicepresidencia del Ejecutivo se juzgue natural que se les insulte en las redes sociales.
"Los representantes públicos están obligados a defender el libre ejercicio del periodismo como un elemento fundamental de las democracias", ha defendido la FAPE, que reconoce que "los periodistas, como todos los ciudadanos, no están exentos de la crítica a sus opiniones".
Sin embargo, cree que "lo que está haciendo el vicepresidente no es animar a que se ejerza ese derecho a la crítica", sino "animar al insulto con un objetivo muy claro: coaccionar e intimidar al periodista para impedir que ejerza libremente su profesión".
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha defendido este martes que en las democracias avanzadas hay que "naturalizar" que "cualquiera que tenga presencia pública o cualquiera que tenga responsabilidades en una empresa de comunicación o en política" está sometido "tanto a la crítica como la insulto en las redes sociales".
"Creo que la crítica es una cosa normal y propia de las democracias e incluso las cosas desagradables que vemos en las redes sociales y que no nos gustan a nadie también son normales. Y yo no sería partidario de que eso se pudiera perseguir", ha afirmado en Moncloa, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tras señalar que él mismo sabe lo que es "que le insulten y le digan de todo".
Por su parte, la Agrupación de Periodistas de UGT ha rechazado "los ataques a periodistas por parte de algunos dirigentes políticos". "Estos intentos de coacción va en contra de la libertad de prensa y son impropios de un sistema democrático", ha subrayado.