MADRID 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Asociaciones feministas lamentan que, a pesar de que la gestación subrogada es ilegal en España, se permita la inscripción en el Registro Civil de bebés nacidos a través de esta práctica en terceros países que sí la regulan.
Desde el Movimiento Feminista de Madrid han señalado que la ley española "considera esta práctica violencia contra las mujeres y los contratos de compra de bebés, ilícitos" y lamentan que, aún así, se puedan "importar previo pago" a estos niños por una instrucción del Ministerio de Justicia, que así lo permite cuando hay sentencia judicial de filiación dictada por el país de origen.
Esta entidad ha recordado que en el manifiesto leído en el Día Internacional de la Mujer reclamaban "anular" dicha instrucción, aprobada en 2010, y que, a su juicio, lo que permite es que "los adinerados" puedan "sortear la ley". Además, acusan a los medios de comunicación de "ser cómplices" al "envolver con azúcar" esta "violencia contra la mujer".
También la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, ha sido crítica con el Gobierno y con el hecho de que, mientras critica la gestación subrogada por parte de sus representantes, "mantiene vigente la instrucción que permite la inscripción de estos niños en el Registro Civil. Una Instrucción que, a su juicio, "incentiva el tráfico de bebés y el alquiler de mujeres al permitir que se legalice en España la compra de bebés que se ha perpetrado en otros países".
"Si el gobierno de Sánchez no deroga esa instrucción solo podemos calificar esas denuncias como hipocresía", han señalado a Europa Press desde la entidad.
La Alianza ha advertido de que "el alquiler de vientres es explotación y expropiación de las capacidades reproductivas de las mujeres" y "viola todas las convenciones internacionales" incluidas la de "los Derechos del Niño" o la de "eliminación de todas las formas de discriminación sobre la mujer".
También han explicado que, en España, el Tribunal Supremo se ha pronunciado sobre este tema para señalar "que vulnera los derechos fundamentales de la mujer gestante y del niño y que es incompatible con la dignidad humana".
A su juicio, "se rompen todas las barreras éticas cuando se trata a los bebes como objetos de una transacción comercial y a las mujeres como incubadoras para satisfacer deseos de terceros".