MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El prolongado episodio de 'La Niña', que comenzó en septiembre de 2020 podría continuar, de forma "muy probable" hasta agosto y, "posiblemente" hasta otoño o principios del invierno del hemisferio norte, según el último boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que incluso no descarta que este episodio pueda persistir hasta 2023.
Esta 'Niña' ha influido en las temperaturas y la precipitaciones y exacerbó las sequías e inundaciones en distintas partes del mundo.
En caso de que finalmente se prolongue hasta el próximo año, se trataría de un "episodio triple de La Niña", algo que solo ha ocurrido en tres ocasiones desde 1950. Este fenómeno produce un enfriamiento a gran escala de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones.
Esto tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de 'El Niño', que por el contrario constituye la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
La OMM atribuye a 'La Niña' la sequía reinante en el Cuerno de África y en la parte meridional de América del Sur, igual que las precipitaciones por encima de la media en Asia suroriental y Australasia y las predicciones de una temporada de huracanes en el Atlántico con una actividad superior a la media.
Sin embargo, todos los fenómenos climáticos de origen natural ahora se producen en el contexto del cambio climático antropógeno, que provoca un aumento de las temperaturas mundiales, exacerba los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, y altera la configuración de las temperaturas y las precipitaciones estacionales.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, ha afirmado que el cambio climático antropógeno acrecienta los efectos de los fenómenos de origen natural e incide cada vez más en las condiciones meteorológicas, en particular mediante una mayor intensidad del calor y las sequías y el riesgo conexo de incendios forestales, así como los diluvios y las inundaciones sin precedentes.
Taalas ha destacado que las predicciones estacionales optimizadas son fundamentales porque ayudan a planificar con anticipación y a obtener beneficios socioeconómicos considerables en sectores sensibles al clima, como la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud y la reducción de riesgos de desastre.
"Además de mejorar los servicios climáticos, la OMM también procura cumplir el objetivo de que todas las personas tengan acceso a los sistemas de alerta temprana en los próximos cinco años para protegerlas contra los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua", añadió el profesor Taalas.
El episodio actual de La Niña comenzó en septiembre de 2020 y continuó hasta mediados de mayo de 2022 en todo el Pacífico tropical.Durante enero y febrero de 2022, se produjo un debilitamiento temporal de los componentes oceánicos de La Niña, pero el fenómeno se ha fortalecido desde marzo de este año.
Los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM prevén en torno a un 70 por ciento de probabilidades de que las actuales condiciones típicas de La Niña continúen hasta el verano boreal de 2022, y entre un 50 por ciento y un 60 por ciento de que se mantengan durante el período comprendido entre julio y septiembre de 2022.
Existen algunos indicios de que las probabilidades podrían volver a aumentar levemente durante el otoño boreal de 2022 y a principios del invierno boreal de 2022/2023.
Sin embargo, pese al pertinaz episodio de La Niña en el centro y el este del Pacífico ecuatorial, en el resto del mundo se imponen de forma generalizada temperaturas de la superficie del mar superiores a la media que condicionan el pronóstico de las temperaturas del aire para el período de junio a agosto de 2022.
No obstante, la extensión y la intensidad del calentamiento previsto son inferiores durante el período comprendido entre marzo y mayo de 2022, según el boletín sobre el clima estacional mundial. Los modelos indican que hay mayores probabilidades de que se registre un dipolo del océano Índico negativo durante el período de junio a agosto de 2022.