av2" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">
MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado este martes que no se va a "inmiscuir" en la "política interior" de Marruecos ni a "decir nada" que pueda perjudicar las relaciones bilaterales, en relación al hecho de que los ciudadanos de origen subsahariano sin permiso de residencia en el reino alauí no podrán acceder a las oficinas de asilo que va a inaugurar en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla como alternativa al salto de las vallas. "No voy a meterme en la política interior de Marruecos", ha señalado.
En declaraciones a los medios en el Senado, ha explicado que tras su paso por la Cámara Alta la Ley de Seguridad Ciudadana introducirá más modificaciones en la de Extranjería, pues junto a la legalización de la devolución sobre la marcha de los migrantes interceptados en el salto de las vallas, se introducirán "dos o tres párrafos" en los que se recogerá la existencia de las citadas oficinas de asilo cuya inauguración está prevista para el mes de marzo.
Sin embargo, preguntado por la posibilidad de que el Gobierno realice alguna gestión para que Marruecos permita el acceso de ciudadanos subsaharianos a estas oficinas, dado que carecen de libertad de circulación en el país vecino --de 800 solicitudes recogidas en la frontera de Melilla desde septiembre ninguna es de subsaharianos--, ha eludido pronunciarse en aras del "interés general" de los españoles, que "pasa por tener una muy buena relación con Marruecos".
"No voy a decir nada que pueda poner en cuestión las magníficas relaciones bilaterales entre España y Marruecos, que son muy importantes para España, muy importantes para Marruecos y muy importantes para la región", ha sentenciado.
En esta línea, ha incidido en que existen "relaciones de cooperación reforzada" entre ambos países tanto en lucha contra el nacotráfico, como contra el terrorismo yihadista y la inmigración irregular, con una colaboración de Marruecos que ha tildado de "esencial" y "espléndida", para la que el país vecino destina "numerosísimos recursos humanos y cuantiosos medios materiales".
"No voy a decir nada, insisto, que ponga en cuestión esas relaciones de colaboración y cooperación. Por lo demás, en la política de Marruecos no me voy a inmiscuir y sólo voy a decir lo que acabo de decir, que nuestras relaciones son magníficas y que agradezco lo que está haciendo en la lucha contra el terrorismo yihadista y la inmigración irregular", ha añadido.
Con todo, el ministro asegura que quienes saltan la valla no son susceptibles de pedir asilo en España. "Las personas que intentan entrar en España ilegalmente atravesando los perímetros que limitan la soberanía en Ceuta y Melilla no piden asilo no protección internacional, son inmigrantes por razones económicas que, evidentemente, es una situación dramática (...) pero no les legitima para pedir asilo ni les legitima para entrar ilegalmente en nuestro país", ha sentenciado.
En este sentido, ha asegurado que desde finales de 2014 y en lo que va de 2015 "las peticiones de asilo están creciendo exponencialmente" y ya se están "admitiendo a trámite y tramitando expedientes para centenares de ciudadanos sirios".
"Quienes quieran pedir asilo, ahí tendrán los locales para poder hacerlo y quienes intenten entrar ilegalmente saltando las vallas son personas que evidentemente, como intentan entrar ilegalmente y no tienen derecho de asilo, la Guardia Civil tiene la obligación o legal de impedir que entren", ha asegurado.
EL PROTOCOLO COMPROMETIDO EN LA LEY
En cuanto a la enmienda, cuyo contenido adelantó Europa Press, se trata por un lado, de recoger expresamente en la Ley de Extranjería que existe la posibilidad de solicitar asilo en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla y, por otro, de comprometer la redacción de un protocolo que regule la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el control de las fronteras en las ciudades autónomas.
Se incluirán estos contenidos en la disposición adicional décima creada durante el trámite en el Congreso de la Ley de Seguridad Ciudadana, la misma que recoge la legalización de las llamadas devoluciones en caliente. Sobre este asunto, preguntado por las críticas de organizaciones e instituciones nacionales e internacionales, ha reiterado que "en cuanto a Derechos Humanos, a España lecciones pocas y de nadie".
"Vamos a hacer explícito algo que es implícito, que la actuación que realiza la Guardia Civil en cumplimiento de la ley en cuanto a vigilar y proteger nuestras fronteras para impedir que entren ilegalmente personas o mercancías en nuestro país fuera de los pasos fronterizos habilitados al efecto, se hace con pleno respeto a los Derechos Humanos y a todos los convenios y tratados internacionales de los que España forma parte", ha señalado el ministro.
Asimismo, ha destacado que tanto la colaboración con los países de origen y de tránsito como la solidaridad de la Unión Europea son fundamentales para la gestión de las migraciones, como muestra a su juicio que "en los dos últimos años no ha salido ni un solo cayuco de Mauritania ni Senegal" con destino a España, cuando en 2006 llegaron 31.000 personas a Canarias por esta vía.