PAMPLONA 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio fiscal ha solicitado 62 años de prisión para una mujer acusada de haber matado a dos de sus cuatro hijos y de haber intentado lo mismo con los otros dos el 5 de febrero de 2008 en Mutilva Alta. Los dos niños fallecidos tenían 3 y 7 años, y los dos que sobrevivieron 12 y 14.
El representante del Ministerio Público acusa a la madre de dos delitos de asesinato -pide 19 años de prisión por cada uno- y de otros dos de asesinato en grado de tentativa -12 años de cárcel por cada uno-, con la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de trastorno mental transitorio.
Según el escrito de acusación del fiscal, la acusada hizo acopio de un medicamento denominado Orfidal, que facilita el sueño, con la intención de provocar una ingesta masiva en sus hijos que acabara por causarles la muerte.
En el momento en que ocurrieron los hechos, los padres de los cuatro niños se encontraban en proceso de divorcio. Según el fiscal, la madre creyó que "el juzgado iba a optar por una guardia y custodia compartida y que en consecuencia, la pensión de alimentos que se iba a establecer sería insuficiente para mantener a sus hijos, por lo que decidió terminar con la vida de estos y la suya propia". De hecho, la mujer intentó suicidarse mediante una intoxicación de gases en el garaje el mismo 5 de febrero, pero no lo consiguió.
Según señala el fiscal en su escrito de acusación, entre el 30 de enero y el 5 de febrero de 2008 la acusada "hizo acopio de varias cajas de un medicamento denominado Orfidal con la intención de acabar con su vida y con la vida de sus hijos".
Una vez obtenidos los medicamentos, sostiene el fiscal, la madre decidió cometer los hechos el 5 de febrero, día en que sus hijos no tenían clase por carnavales. Además, había decidido cambiar el horario a su asistenta para "no ser sorprendida" mientras cometía los hechos.
Según el relato del Ministerio Público, la madre decidió dar a sus hijos las pastillas machacadas y mezcladas con zumo de naranja a la hora de cenar. Al hijo menor le dio los medicamentos en el biberón.
Cuando todos los niños se encontraban ya en la cama, la madre se despertó de madrugada y comprobó que seguían vivos. Por ello, cogió una almohada y la colocó en la cabeza de sus dos hijos de siete y tres años hasta "asegurarse de su muerte", según el fiscal. Después, cogió dos cuchillos e intentó matar a los otros dos hijos, pero no lo consiguió.
A continuación, se dirigió a la cocina y dejó cuatro notas dirigidas a su marido, a su familia, a sus hijos y a su letrada. A esta última envió, además, un correo electrónico contando lo que había hecho. Después se dirigió al garaje, donde, con la intención de quitarse la vida, "encendió el motor del coche y se colocó tumbada en la salida del tubo de escape inhalando los gases que el vehículo emanaba", pero no logró su objetivo, señala el fiscal.
En el momento de los hechos, según el escrito del fiscal, la acusada padecía un "trastorno de personalidad narcisista, acrecentado por un estrés conyugal y rabia narcisista hacia su marido, que afectaba de forma moderada a sus capacidades cognitivas y volitivas".
El Ministerio público pide para la procesada la prohibición de comunicación con sus hijos y la medida de alejamiento de 300 metros por el plazo superior en 10 años a la pena de prisión solicitada. Igualmente, el fiscal pide una indemnización de 450.000 euros para el hijo de 14 años y de 90.000 euros para el de 12 años.