"Pues claro que estoy arrepentido", aseveró el procesado en la última sesión de juicio
A CORUÑA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El juicio contra el acusado de matar a su exnovia en Narón (A Coruña) en junio de 2012 ha finalizado este jueves, a la espera de la decisión del jurado popular que ha juzgado el caso durante esta semana en la Audiencia Provincial de A Coruña.
Las partes, en sus conclusiones finales, han mantenido sus peticiones de pena. Así, la Fiscalía y la acusación particular mantienen la petición de 20 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato, mientras que la defensa mantiene una rebaja de la pena al calificar los hechos de homicidio.
"Pues claro que estoy arrepentido", ha aseverado el acusado en sus últimas palabras antes de finalizar el juicio que ha acogido esta semana la Audiencia. Pero, dice: "Qué perdón voy a pedir si el mal ya está hecho".
Además, el acusado, que asume los hechos, ha señalado que quiere "pagar" por lo que hizo, pero "no" por lo que no hizo, ya que sostiene que el ataque se produjo en medio de una pelea y, por tanto, no fue "sorpresivo" porque "no estaba escondido". Un argumento que difiere de la tesis que sostiene la Fiscalía.
Ante el jurado popular, el procesado también ha querido destacar que, tras los hechos ocurridos, se entregó a la Policía y "desde el primer momento" colaboró "todo" lo que pudo para esclarecer los hechos.
"QUISO REMATARLA"
El fiscal considera al acusado, como ya planteaba en su escrito de calificación provisional, responsable de un delito de asesinato y, sobre el relato de los hechos, insiste en que éste esperó a su exnovia --con la que mantuvo una relación durante un año y sobre la que tenía una orden de alejamiento-- "oculto entre unos matorrales" y la atacó de "sorpresa" y "por la espalda".
En base al informe de los forenses, la Fiscalía sostiene que el acusado, con antecedentes penales, "quiso rematar" a la víctima, ya que, además de otras lesiones, le realizó una herida en la parte posterior del cuello, llegando "casi a una decapitación".
"ARREBATO"
Frente a ello, la defensa ha insistido en que el acusado no tenia intención de acabar con la vida de la víctima, ya que si no "qué sentido tiene ir a matarla a la puerta de su casa", que ha subrayado que la mujer tuvo posibilidad de defenderse y que el ataque no fue sorpresivo.
Para la defensa, el hombre sufrió un "arrebato". "Le dio vueltas a la cabeza ante la posibilidad de volver a entrar en prisión, lo que le llevó a un estado de enajenación y a acabar cometiendo este terrible hecho", ha apuntado sobre el crimen que se produjo cuatro días después de que la fallecida denunciase al procesado porque la acosaba.