MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, que será creado cardenal por el Papa Francisco el próximo 19 de noviembre, ha asegurado que este nuevo encargo supone "fidelidad absoluta" al Pontífice e incluso "dar la vida por él".
"Esto supone un servicio directo al Papa, fidelidad absoluta hasta dar la vida por él si hace falta", ha afirmado este lunes 10 de octubre durante una rueda de prensa celebrada en la sede del Arzobispado de Madrid, un día después de que Francisco anunciase que le crearía cardenal.
Según ha explicado, se enteró de la noticia en el aeropuerto de Santander, cuando se disponía a tomar el vuelo de regreso a Madrid. Tras recibir varias llamadas felicitándole, pensó que quizá en esta ocasión ya no eran rumores sino que era cierto, algo que confirmó cuando le telefoneó el arzobispo emérito de Oviedo Gabino Díaz --al que Osoro sucedió al frente de aquella diócesis en el año 2002--.
"Me llamó emocionado y me dijo que lo había dicho el Papa --ha recordado el nuevo cardenal--. Me puse tan nervioso que me tiré el café encima del traje". Desde entonces, ha recibido más de 600 llamadas y whatsapp de felicitación pero reconoce que no ha podido atender a todos por falta de tiempo y que no sabe si entre todas esas llamadas podría estar la del Papa Francisco, aunque no lo cree.
A su llegada a Madrid, en el aeropuerto le esperaban el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, acompañado de un grupo de personas sin hogar, un gesto que ha agradecido. "Benditas cosas del padre Ángel", ha indicado.
En cuanto a su hoja de ruta, Osoro ha citado en primer lugar la misericordia y "la cultura del encuentro". Precisamente, preguntado por sus relaciones cordiales con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha precisado que él no es de nadie en concreto. "Soy obispo, anuncio el Evangelio, no a un grupo sino a todos. Posicionarte como obispo es posicionarte de tal manera que todos puedan sentirse escuchados y respetados", ha subrayado.
Sobre el Pontífice, ha destacado que "está convirtiendo la Iglesia en más sinodal", donde pueden hablar "todos", y "más creíble". También ha puesto de relieve su "audiacia" y "atractivo" que es de "tal envergadura", según ha matizado, que "no hay más que ver cómo se queda con los jóvenes". Asimismo, ha apuntado que Francisco está enseñando a "no leer sesgadamente" el Evangelio.
"La imagen que está dando el Papa de la Iglesia, incluso desde el Vaticano es distinta, está con la gente, ningún problema humano se le escapa y, por supuesto, está dando una importancia especial también a la dimensión trascendente", ha subrayado.
RESPETO A LA LIBERTAD RELIGIOSA
En este sentido, ha apuntado que el 99% de los ciudadanos del mundo "cree en algo" y ha defendido el respeto a la libertad religiosa. "En la dimensión trascendente es donde se experimenta, cuando se respeta, la verdadera libertad. No hay libertad sin libertad religiosa", ha añadido.
Osoro ha agradecido al Papa este "regalo inmenso" de convertirse en cardenal coincidiendo con el Año de la Misericordia y ha insistido en que esta misericordia que es "curativa" para las personas debe estar en la base de la Iglesia.
Sobre los críticos con el Pontífice, Osoro ha apuntado que estos quizá sean "los que no quieren mover el sillón" para dejar sitio a otros. En todo caso, ha asegurado que Francisco es "mucho más querido que criticado".
Durante la rueda de prensa, el activista sin hogar Lagarder Daciu, que protagonizó una irrupción en un acto político del PP celebrado a finales de mayo de 2016 en el parque del Retiro (Madrid), ha irrumpido al grito de 'la Iglesia es el diablo' y con un cartel en el que se podía leer 'La Iglesia mata'. Osoro ha dejado que se expresara y tras ser desalojado, ha pedido que nadie se "escandalizara" por el incidente y ha defendido que "hay que dejar hablar y escuchar a todos".
Osoro ha asegurado que ahora tiene "muchas más ganas" de "estar en la calle" y encontrarse con la gente que tiene más necesidad. "Este chico y mucha gente necesita que el rostro de nuestro Señor se acerque a él", ha indicado para insistir en el poder curativo de la misericordia.