MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Activistas de Futuro Vegetal han teñido la fachada de una sucursal de Caixabank en Madrid con pintura roja y negra y han vaciado la espuma de extintores para denunciar el "poder" de las entidades bancarias a las que reclaman que pongan fin a la financiación a la industria alimentaria y se centren en otras alternativas "social y ecológicamente responsables basadas en vegetales".
"Está en nuestra obediencia y el nuestro, precisamente, en desobedecer", proclamaban los activistas que han explicado que esta protesta forma parte de la campaña de desobediencia civil no violenta de alta intensidad que el colectivo, vinculado a Extinction Rebellion, realiza desde hace más de un año y que ha intensificado durante el mes de abril.
Futuro Vegetal culpa al actual modelo agroalimentario de ser "responsable directamente de la emergencia climática actual" y por ello exige al Gobierno el fin de las subvenciones a la ganadería y que se utilice ese dinero para una transición a un sistema agroalimentario basado en plantas que sea social y ecológicamente justo.
Para los activistas climáticos la industria ganadera es uno de los principales responsables de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, la deforestación, la contaminación del agua y la sequía.
En ese sentido, recuerda que en 2022 España sufrió uno de los tres años con mayor estrés hídrico en los últimos sesenta años y la tendencia.
Para Futuro Vegetal no se puede permitir que sigan financiando industrias que compromete la seguridad alimentaria de la población", proclamaba una de las manifestantes al finalizar la acción.
"Las grandes corporaciones, los bancos y los gobiernos están colaborando activamente en un genocidio inminente", exclamaba otra de las participantes.
La organización de desobediencia civil realizó la semana pasada una acción similar en la fachada de la entidad bancaria BBVA.