MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Jose María Gil Tamayo, ha tachado de "insuficiente" el tratamiento que se da a la clase de Religión en la LOMCE y ha defendido el currículo propuesto por los obispos para la asignatura pidiendo que no se ponga "bajo sospecha" a la clase de Religión como si fuera una "clase de fundamentalismo o de desestructuración social".
"Lo que yo no puedo hacer es una clase de fundamentalismo, que una clase de religión se convierta en una clse de desestructuración social. Lo que no podemos es poner la religión como algo sospechoso de desestructuración social que en el ámbito educativo no puede influir", ha apuntado durante la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente.
Además, ha recordado que la clase de Religión permite a los alumnos conocer la historia de su pueblo porque "quien se desentiende del hecho religioso se desentiende del conocimiento de su historia de pueblo".
En todo caso, ha asegurado que "la Iglesia no quiere una sociedad confesional" sino esa "sociedad plural y aconfesional" donde cada persona puede manifestar su religión en libertad sin ser obligado ni impedido a practicarla.
Sobre la LOMCE, el portavoz de la CEE ha indicado que esta ley no desarrolla de manera completa lo que establece la Constitución Española sobre el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos. "El tratamiento de una manera adecuada de la presencia del hecho religioso en el ámbito escolar todavía no está resuelto en nuestro país a pesar de todo este tiempo de consolidación de la vida democrática", ha subrayado.
UN MAPA "DISPAR" DE LA CLASE DE RELIGIÓN
Concretamente, ha lamentado la reducción a 45 minutos semanales la clase de Religión en Ceuta y Melilla, dependientes del Gobierno central, y la transferencia a las comunidades autónomas de las competencias sobre la asignatura de religión. "Nos encontramos con un mapa absolutamente dispar incluso de un mismo partido, en la consideración del horario de la enseñanza religiosa, desde 45 minutos hasta dos horas en otras comunidades", ha señalado.
Con respecto al Bachillerato, donde la Religión ya no es de oferta obligatoria para los centros educativos, Gil Tamayo ha recordado que, aunque cambien los nombres de las etapas educativas (BUP, cuando se firmaron los acuerdos), el Acuerdo sobre Enseñanza establece que la obligatoriedad de dar cabida a la enseñanza religiosa a esa edad debe mantenerse.
Según ha precisado, la clase de Religión se somete cada año a un "verdadero referéndum de manifestación de principios" en el que más de un 70% de los padres eligen la asignatura para sus hijos, pero, a su juicio, esto "no lo han sabido plasmar el legislador y las administraciones". También ha recordado a los profesores que se quedarán sin trabajo como consecuencia de la reducción de las horas de Religión.
Preguntado por la reforma de la Ley del aborto, ha indicado que es "insuficiente" y ha afirmado que "toda ley del aborto es injusta". En todo caso, ha recordado que la reforma de Gallardón "devolvía a los ámbitos de la doctrina constitucional la protección al no nacido".
64,6 AÑOS, EDAD MEDIA DE LOS SACERDOTES ESPAÑOLES
Por otro lado, ha detallado el contenido de la reunión de los obispos de la Comisión Permanente de la CEE, que han abordado, entre otros documentos, el informe sobre Distribución del Clero. En España, la media de edad de los 19.000 sacerdotes es de 64,6 años. Así, mientras en algunas diócesis como Alcalá de Henares, Getafe o Cádiz y Ceuta, los sacerdotes son menores de 60 años, en otras, como San Sebastián, Solsona o Gerona, la media es de más de 70.
En todo caso, más allá de los números, Gil Tamayo ha destacado la dimensión misionera de los sacerdotes españoles y, por ello, los obispos estudiarán que también se dé en España una ayuda sacerdotal coordinada y asistir a diócesis con menor número de sacerdotes.
Por otro lado, los prelados han analizado el documento 'Iglesia servidora de los pobres', que se aprobará en la próxima Asamblea Plenaria de abril, que aborda la realidad social y "las antiguas y nuevas pobrezas que lastran a la sociedad", sobre todo, "a las personas afectadas por la crisis y por el desempleo". Asimismo, abordan cuestiones como la pobreza espiritual, la corrupción, las raíces antropológicas y éticas de la crisis o el modelo centrado en la economía del mercado.
"La Iglesia no quiere ser profeta de catástrofes ni dar una visión negativa sino constructora de una sociedad más libre, más democrática y en la que haya un reparto justo y una justicia social para todos", ha insistido.
Asimismo, en la reunión se ha informado sobre el V Centenario de Santa Teresa y, concretamente, sobre la peregrinación que realizarán los obispos el próximo 24 de abril a Ávila. Una vez allí, los prelados visitarán el Monasterio de la Encarnación, celebrarán la Eucaristía en el convento de la Santa y se reunirán en el seminario diocesano. En el marco de este V Centenario, la CEE también organiza un Encuentro Europeo de Jóvenes del 5 al 9 de agosto en Ávila.