MADRID 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista Greenpeace ha mostrado su satisfacción por el acuerdo preliminar entre el Parlamento y el Consejo Europeo sobre la futura legislación europea sobre perforaciones petrolíferas en aguas profundas ya que si se confirma, esta ley podría limitar e incluso impedir la extracción de petróleo en condiciones marítimas extremas como las del Ártico, donde la limpieza de un derrame es "técnicamente imposible".
El acuerdo, que exigiría a las empresas petroleras demostrar que pueden limpiar los derrames en condiciones extremas, ha sido negociado entre el representante del Parlamento Europeo, Ivo Belet, y la Presidencia irlandesa en representación de todos los Gobiernos de la UE.
Concretamente, se tendría que evaluar la capacidad de las empresas europeas para limpiar un derrame de hielo en contextos ambientales difíciles. Estas condiciones serían, por ejemplo, la oscuridad total, la presencia de hielo o los temporales marítimos; es decir, donde las contingencias estándar ante vertidos no puede ser aplicada.
El acuerdo preliminar también exige una acción política internacional para promover los más altos estándares en materia de prevención, preparación y respuesta a la contaminación por hidrocarburos en el Ártico.
"Este acuerdo debe convertirse en una herramienta para que las empresas se lo piensen dos veces antes de embarcarse en arriesgadas aventuras árticas", ha declarado el representante de la oficina de Greenpeace en la UE, Joris Den Blanken.
Blanken ha recordado que los recientes incidentes frente a la costa de Alaska (Estados Unidos) muestra que empresas como Shell "no deberían operar en uno de los medios naturales más frágiles del planeta". "Desafortunadamente, este acuerdo aún deja demasiado margen de maniobra para su implementación", ha subrayado Den Blanken.
Sin embargo, lamenta que la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) no tendrá un mayor papel en la supervisión y control ante vertidos y que la indemnización por derrames de hidrocarburos a pescadores u operadores turísticos no quede incluida.
Para el responsable de la campaña en el Ártico de Greenpeace, Ben Ayliffe, "los políticos de la UE deberían promulgar esta legislación tan pronto como sea posible debido a que cada vez más y más compañías de petróleo están contemplando desarrollar sus propias operaciones en el Ártico".
"Empresas como Shell nos han demostrado la nula sensibilidad ante exploraciones en este entorno y, si se aplicase con rigor, este acuerdo podría limitar las perforaciones en el Ártico europeo", ha concluido.