MADRID, 6 (EDIZIONES) -
Cuenta la famosa canción que el siete de julio, San Fermín, "a Pamplona hemos de ir". Sin embargo, si lo que queremos es disfrutar de las fiestas en honor al patrón de Pamplona desde el principio, tendremos que llegar a la capital un día antes: el chupinazo de inicio de estas fiestas es el día anterior, el seis de julio.
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La fiesta se remonta a la Edad Media, y en un principio los pamploneses rendían homenaje a su patrón, San Fermín, en octubre. Fue a finales del siglo XVI, en 1591, cuando se decidió pasar la fiesta a julio, momento en el que las fiestas pasaron a denominarse 'Sanfermines', según explican desde Turismo de Navarra.
Ahora bien, el chupinazo tiene menos años de vida. En la propia web de los 'Sanfermines' se cuenta que desde 1901 se lanzaban cohetes desde la plaza del Castillo de Pamplona para avisar del inicio de San Fermín. Unos años más tarde, en 1931, llegó el primer lanzador del Chupinazo: un hombre llamado Etxepare que lo lanzó hasta 1936.
Tras la guerra, el chupinazo se fue lanzando de forma intermitente hasta 1941, cuando se planteó al Ayuntamiento que el lanzamiento del primer cohete de las fiestas se hiciera desde el balcón de la Casa Consistorial. Fue Joaquín Ilundáin el primer 'lanzador' oficial y, desde entonces, el lanzamiento no se ha interrumpido y hoy en día es una de las imágenes más universales de la fiesta junto con los encierros de toros.
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CÓMO ES EL CHUPINAZO
No apto para claustrofóbicos, el primer cohete que anuncia el inicio de los 'Sanfermines' se lanza a las 12.00 horas del día 6 de julio desde la Plaza Consistorial de Pamplona, donde se congregan miles de personas que acompañan al chupinazo con cantos, gritos y vítores y, por supuesto, vestidos de blanco y rojo.
Normalmente es un miembro de la Corporación Municipal quien enciende la mecha del cohete tras gritar: "Pamploneses, Viva San Fermín, Gora San Fermín". Estas palabras marcan el inicio de las fiestas, a las que los miles de congregados dan la bienvenida agitando sus pañuelos rojos.