MADRID, 20 Oct. (EDIZIONES) -
La decisión del Pleno del Tribunal Constitucional (TC) de anular el artículo 1 de la Ley catalana que prohíbe las corridas de toros vuelve a poner de actualidad el incierto futuro de la plaza de toros la Monumental de Barcelona.
Actualmente la plaza se encuentra cerrada a la espera de que la empresa propietaria decida su destino. Mezquita, centro comercial o lugar para conciertos son algunos de los usos que se han comentado para la plaza desde que en 2011 se celebrara la última corrida de toros en su ruedo.
Inaugurada en 1914 con el nombre de Plaza de El Sport y una corrida protagonizada por los diestros Vicente Pastor, Bienvenida, Vázquez y Torquito. En esa época, Barcelona contaba con otras dos plazas de toros: la Plaza de El Torín, llamada popularmente 'La Barceloneta' y la Plaza de las Arenas.
Dos años después de su inauguración la plaza cambió de nombre y pasó a llamarse Monumental. Mientras, el edificio había sido ampliado hasta alcanzar un aforo de 24.000 espectadores. Poco a poco la plaza fue ganando prestigio hasta llegar a ser considerada una de las más prestigiosas de España junto a Las Ventas de Madrid y la Maestranza de Sevilla.
En la arena de su ruedo perdieron la vida los picadores Manuel Liñán y Antonio Calvo, los banderilleros Mariano Alarcón y Joaquín Camino, el novillero Rafael Martín y el torero José Falcón, según la web especializada 'La Barcelona de antes'.
La popularidad de los toros en Cataluña que había convertido a la Monumental en una de las plazas más prestigiosas de España fue decayendo a lo largo de la segunda mitad de siglo. En junio de 1977 se convirtió en la única plaza de toros de Barcelona, tras el cierre de la Plaza del Torín y la Plaza de las Arenas. Para 2010, la plaza se había convertido ya en la única activa en toda Cataluña.
La familia Balañá, propietaria de la plaza desde 1927 dejó en manos de una tercera empresa, Fundaciones Taurinas SA, la administración de la plaza en 2007. Ese año, los aficionados a los toros vivieron en la Monumental uno de los últimos grandes momentos de la plaza con la reaparición del torero José Tomás tras cinco años retirado.
En una comparecencia en el Congreso en 2010 Balañá, nieto de Pere Balañá, criticó las presiones que tenían que soportar los aficionados cada vez que acudían a la plaza por parte de antitaurinos. Ese año, el 28 de julio, el Parlamento de Cataluña votó la aprobación de la abolición de las corridas de toros en Cataluña.
El pintor mallorquín Miquel Barceló fue el artífice del cartel para la última corrida celebrada en la plaza el 25 de septiembre en Barcelona. Los diestros Juan Mora, José Tomás y el catalán Serafín Marín torearon seis toros de la ganadería El Pilar.