MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los incendios que se han producido en Madeira (Portugal) durante el mes de agosto amenazan a la población global de un ave marina endémica de la isla, el petrel freira, según ha denunciado SEO/BirdLife.
En concreto, ha avisado de que los fuegos --que han consumido más de 8.000 hectáreas, aproximadamente un 14% de la superficie forestal de la isla-- han afectado al área de cría de este animal, que excava sus nidos en pequeñas repisas en cantiles por encima de los 1.600 metros de altitud en la zona entre Pico do Areeiro y Pico Ruivo.
El petrel freira es una de las aves marinas más escasas del planeta y está actualmente catalogada como En Peligro de Extinción (EN) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Según ha explicado la ONG, tiene su única zona de cría --compuesta tan sólo por entre 65 y 80 parejas-- en el municipio de Curral das Freiras, en el centro de la isla de Madeira.
La coordinadora de la Sociedad Portuguesa para el Estudio de las Aves (SPEA, organización hermana de SEO/BirdLife) en Madeira, Cátia Gouveia, ha lamentado que es "esperable" que muchas de las crías de esta especie hayan muerto, ya sea por quemaduras, por inhalación de humo o por derrumbamiento de los nidos, que se encuentran mayoritariamente en lugares inaccesibles. "Aunque los adultos hayan podido sobrevivir, el éxito reproductor de este año se ve seriamente afectado", ha advertido.
Según SEO/BirdLife, los fuegos de este verano sólo han agravado la "situación límite" en que los incendios de 2010 dejaron a esta especie amenazada. Entonces, el fuego también azotó duramente la zona de cría, causando la muerte del 98% de los pollos y de un número indeterminado de adultos, además de destruir el 80% de los nidos. En aquella ocasión, SEO/BirdLife colaboró con un donativo con SPEA, para las labores de recuperación del área afectada.
A su vez, la organización ha añadido que este último incendio también ha afectado a las áreas cercanas a Pico Ruivo con brezo de altura, "clave" en el mantenimiento de recursos hídricos de la isla. Con el ecosistema forestal desestabilizado, la ONG ha indicado que aumentará el riesgo de desprendimientos e inundaciones durante el invierno. Además, ha señalado que con la proliferación de la vegetación invasora se corre el riesgo de tener un bosque cada vez más propenso a arder.
"Harán falta décadas de trabajo para restaurar lo que se ha perdido y, si no se hacen esfuerzos significativos para controlar las especies invasoras, será difícil que las montañas vuelvan a estar cubiertas de nuestras plantas únicas. Y es imperativo mejorar la planificación regional para evitar que la historia se repita", ha concluido Cátia.