ZARAGOZA 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ingeniero vinculado a Zaragoza, Daniel Herran, ha calificado de "calma rara" la situación que vive Katmandú, ciudad en la que reside actualmente, tras el terremoto de magnitud 7,8 grados registrado en Nepal. A pesar de lo ocurrido, tiene planeado permanecer hasta finales de mayo en el país asiático realizando un voluntariado.
Herran, natural de Bilbao, ha explicado en declaraciones a Europa Press que se "ve más alegría en el ambiente con respecto a días anteriores". Como ejemplo, ha detallado que "hay tiendas que están abiertas, aunque aún hay muchas que permanecen cerradas".
Además, ha resaltado la "colaboración" de los ciudadanos con las autoridades en muchas de las tareas que se deben acometer tras el temblor, "como la de retirar escombros o restringir y señalizar las zonas de tránsito".
En cuanto a las afecciones, ha señalado que muchas casas han quedado destruidas y otras tantas están en una situación peligrosa, con alto riesgo de derrumbe. En el piso donde vive, ubicado en el barrio de Thamel, el principal problema ha sido el corte de luz producido tras el seísmo.
Esta circunstancia ha podido solucionarse con la reparación de los generadores, ha reconocido el ingeniero, al tiempo que ha resaltado que "tienen que arreglar todavía los tanques de agua".
Asimismo, ha manifestado que no tiene problemas en encontrar suministros, ya que los puede adquirir fácilmente en las zonas por donde se mueve.
A BORDO DE UN BUS
El sábado 25, día en que se produjo el primer seísmo, Herran se encontraba a bordo de un autobús en uno de los accesos de entrada a la capital nepalí. "El conductor decidió parar y hacernos bajar a todos, lo que me dio la oportunidad de ver todo y vivir de cerca los nervios que tenía la gente en ese momento".
Preguntado por las réplicas del terremoto ocurridas después, Herran ha reconocido que "los cuatro temblores posteriores fueron intensos también, de hecho casi me preocuparon más que el primero", ha apostillado.