El IX Congreso Nacional de Pastoral Penitenciaria debatirá sobre el apoyo a presos y familia y alternativas a la cárcel

MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El IX Congreso Nacional de Pastoral Penitenciaria, bajo el lema 'Abrazados en la misericordia', debatirá este fin de semana sobre las distintas formas de apoyo a los a los presos y sus familias, y sobre las posibilidades que la ley ofrece para presentar alternativas a la prisión.

Según ha dado a conocer la Conferencia Episcopal Española (CEE), el encuentro ha sido organizado por el departamento de Pastoral Penitenciaria, dentro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española, y se celebrará en El Escorial (Madrid), del 16 al 18 de septiembre.

Unas 300 personas --entre capellanes, delegados diocesanos, voluntarios de pastoral penitenciaria, funcionarios de instituciones penitenciarias, así como personal del mundo de la judicatura-- participarán en el encuentro.

Así, la CEE ha avanzado que el programa del Congreso está diseñado para abordar cada día una de las tres áreas de la Pastoral Penitenciaria: religiosa, social y jurídica, con el fin de dar respuesta a los tres niveles que están implicados en el mundo de la cárcel y en su entorno.

En concreto, ha explicado que desde el área religiosa se quiere transmitir al privado de libertad que es objeto del amor de Dios, mientras que desde el área social, se pretende buscar respuestas misericordiosas, pero también prácticas a las necesidades del preso y de su familia. Por último, desde el área jurídica, se busca estudiar las posibilidades que la ley ofrece para presentar alternativas a la prisión.

Sobre la sesión de apertura, la Conferencia Episcopal ha adelantado que tendrá lugar este viernes, a las 11.00 horas, y contará con la asistencia confirmada del obispo de Terrassa y obispo responsable de la Pastoral Penitenciaria en la CEE, monseñor Josep Àngel Sáiz; el reverendo Paulo César Barajas, del consejo pontificio de Justicia y Paz, que asiste como delegado del cardenal Peter Turkson; el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste; y el director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat de Cataluña, Amand Calderó.

De este modo, el viernes (12.00 horas) el presidente de la sección 5ª de la Audiencia Provincial de Madrid, Arturo Beltrán, ofrecerá la ponencia 'Derecho Penal en una época de cambios. Situación actual y perspectivas de cambio'; mientras que el sábado (9.30 horas) los participantes podrán asistir a la ponencia 'El rostro de la misericordia de Dios en la cárcel', a cargo del arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Carlos Amigo.

El domingo 18 de septiembre, a partir de las 9.30 horas, el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora Rosado, disertará sobre las 'Claves de una misericordia enraizada en lo social'.

CONCIERTO Y VISITA AL MONASTERIO

Por otro lado, la CEE ha detallado que los congresistas participarán también en reuniones de grupos por áreas de trabajo y conocerán distintas experiencias de la pastoral penitenciaria en España. También se celebrará un concierto de la misericordia, a cargo de Migueli, y una visita al monasterio de El Escorial.

Además, cada día se celebrará la Eucaristía. El viernes estará presidida por monseñor Josep Àngel Sáiz; el sábado, por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro; y el domingo, por el arzobispo de Barcelona y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Juan José Omella.

La Pastoral Penitenciaria en España trabaja en tres campos de acción (prevención, prisión y reinserción) y cuenta con 137 capellanes, cerca de 3.000 voluntarios en programas en la cárcel y otros 1.000 voluntarios que trabajan en prevención y reinserción, según recuerda la Conferencia Episcopal Española.

Por último, ha indicado que la Pastoral Penitenciaria entrega unos 5.000 paquetes de ropa al año a hombres y mujeres sin recursos. En concreto, el pasado año entregó más de 55.000 euros a internos sin ayuda económica de ningún tipo. Además, ha señalado que la Iglesia gestiona 77 centros de acogida (pisos o casas) en los que el año pasado atendió a más de 2.000 presos.