MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, afirmó este miércoles su predisposición a acudir a la próxima conferencia entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe, que se celebrará próximamente en Madrid y a la que ha sido invitado, pero afirmó que, vista la oposición que su presencia en dicho foro ha provocado en algunos países sudamericanos, someterá a la "consideración de España", país anfitrión, su presencia en la cumbre.
"No vamos a ser ningún elemento que genere algunos conflictos, no hay necesidad de eso. Estamos para hacer lo que nos indiquen que hagamos, que prudentemente permita que, en lugar de conflictos, se genere armonía en estos eventos", afirmó Lobo en una rueda de prensa en Tegucigalpa.
El mandatario hondureño sostuvo que no quiere crearle ningún problema a la Unión Europea ni a España, y que si hay países que no quieren su presencia en la cumbre, que se celebrará los próximos días 16 y 17 en Madrid, no tiene ningún inconveniente en no ir. "Habrá su tiempo en que vamos a ir tranquilos a eso", apostilló Lobo en declaraciones recogidas por medios locales.
Esta polémica comenzó el pasado martes al término de la conferencia de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) celebrada en Argentina, cuando el presidente pro témpore de este organismo, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, afirmó que existía un "malestar mayoritario" en el seno de UNASUR debido a la posible presencia de Lobo --a quien consideran un gobernante ilegítimo-- en este foro intercontinental, y amenazaron con boicotear el encuentro.
Su malestar nace del hecho de que Lobo fue elegido en unos comicios que tuvieron lugar tras el golpe de Estado que en verano de 2009 tuvo lugar en Honduras, y por el cual su presidente electo, Manuel Zelaya, fue expulsado del país y más tarde no se le permitió presentarse a las elecciones de finales de año.
"Que se invite a ese Gobierno (en referencia a Honduras) que no es reconocido y está fuera del sistema interamericano (...) Creemos que se ha cometido una ligereza sin consultar a los gobiernos de la región y puede provocar la no asistencia a esa importante reunión", afirmó Correa este martes, y añadió que no se puede hacer "como si no pasara nada" después de que Zelaya fuera obligado a abandonar su país "a golpe de bayoneta".