MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, animó hoy a las mujeres que han abortado a celebrar el Sacramento de la Confesión.
"Aunque hay pecado rojos como la púrpura, quedarán blancos como la nieve". Con esta oración el secretario general del Episcopado dejó constancia --en el transcurso del primer encuentro de Los Desayunos Informativos CEU hoy en Madrid, en el Club Social Centro Colón-- del "aliento y la acogida" de la Iglesia en lo que se refiere a mujeres tentadas de abortar o las que han pasado por esta tragedia".
Monseñor Martínez Camino se refirió al "perdón" de Dios, que "las quiere acoger en su seno". "Las que no (se han acercado al confesionario) que se animen a hacerlo porque Dios quiere la solución y la paz plena de las persona", aseveró. Y es que la Iglesia, que "defiende los derechos de los inocentes" y es "consciente del problema que envuelve (el aborto)", "no se muestra inmisericorde con quien caiga en el pecado".
Según el secretario general de la Casa de la Iglesia, con la actual ley del aborto se decía que se iba a reducir el número de abortos y con la que actualmente se encuentra en trámite parlamentario "tenemos que prever que se van a incrementar".
Por su parte, el prelado sostuvo que quien propaga la ley caerá en "pecado público", mientras que quien defiende el texto legislativo o quien le da voto está en "situación objetiva de pecado". Y es que la Iglesia "no puede juzgar su subjetividad". La excomunión sería para quien "colabore directamente" en un aborto realizado.
En este sentido, sostuvo que lo que digan los partidos políticos "no cuenta", hay que situarse "por encima" de los dirigentes políticos en esta cuestión. No en vano, a su entender, la afirmación 'quitar la vida a un ser inocente' no puede ser legítima y quien afirme esto se halla "en contradicción con la ley Divina y católica" y caería en herejía.
Martínez Camino, que agradeció a los profesionales sanitarios y de otros campos que ejerzan el derecho a la objeción de conciencia en esta materia con "coraje cívico y moral", advirtió de la "grave manipulación" que supone incluir el proyecto legislativo como acto médico, ya que "el aborto nunca es curar porque el embarazo no es una enfermedad* es lo contrario del acto médico".
Finalmente, el obispo dijo no tener constancia de que haya habido contactos entre la Iglesia y el Gobierno sobre la futura ley del aborto, pero, a renglón seguido añadió que "el derecho fundamental a la vida no es negociable".