MADRID, 27 Jun. (EDIZIONES) -
Un remolino de padres se forma a la salida del colegio. Poco después, una estampida de niños que juegan, jalean y corren a emparejarse con el adulto que les acompañará hasta casa. Pero a algunos niños nadie les espera. Se marchan solos a sus viviendas, donde permanecerán sin la atención de nadie hasta la hora en que sus padres salgan del trabajo.
Con la llegada del verano, la situación de estos menores se agrava, pues no disponen del servicio de comedor del colegio y, en muchos casos, las familias no pueden costear actividades extraescolares o contratar a cuidadores. Alrededor de 580.000 niños españoles pasarán el verano solos en casa, según un informe elaborado por Educo.
Clarisa Giamello, directora de Educación y Acción Social de la organización, alerta de los riesgos del tiempo que los niños pasan desatendidos en relación a conductas como el consumo de alcohol, cuya media de inicio en España es a los 13,7 años, la mala alimentación o los problemas emocionales que surgen de situaciones de aislamiento y soledad.
LOS NIÑOS DE LA LLAVE, UN RETRATO DE LA CRISIS
En pleno inicio de la crisis económica, los medios de comunicación identificaron por primera vez este fenómeno y bautizaron a sus víctimas como "los niños de la llave", en referencia a que muchos portan una llave colgada al cuello con la que abren la puerta de casa.
Un indicador de la existencia de niños de la llave son las llamadas telefónicas de directores de escuela a los Servicios Sociales cuando se encuentran con alumnos a los que nadie viene a buscar y tampoco consiguen ubicar a sus tutores legales, según explican responsables del Proyecto Llave creado por el Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat.
En 2009, 350.000 niños españoles se encontraban en esta situación, denuncia Educo, y ocho años después, la cantidad casi se ha duplicado. Aunque se oculten detrás de cifras, los niños de la llave representan la cara humana de la crisis económica en España.
EL DRAMA DE LA CONCILIACIÓN LABORAL
El 16,1% de los hogares con niños a cargo y personas adultas con trabajo están en riesgo de pobreza, según un estudio de Unicef. No obstante, Educo matiza que el motivo por el que los padres dejan solos a los menores no es necesariamente el desamparo económico, sino también la imposibilidad de conciliar la vida laboral y personal.
La escasez de tiempo para una atención de calidad a los hijos presenta un escenario social proclive al surgimiento de niños desatendidos que pasan el verano sin referentes adultos y sin acceso a actividades de ocio fuera del hogar. "Pasan buena parte del tiempo ocupados en pantallas", recalca la responsable de Educación y Acción Social Clarisa Giamello.
¿A QUÉ EDAD PUEDEN QUEDARSE SOLOS LOS NIÑOS?
La mayoría de expertos consultados por Educo coinciden en que dotar de autonomía a los hijos es una decisión que debe tomarse en función del carácter del menor, de su madurez, y también de factores como la seguridad del hogar o la posibilidad de que se quede a cargo de sus hermanos. En cualquier caso, la edad recomendada para empezar a hacerlo es desde los 9 a los 12 años.
No existe una ley en España que recoja la edad mínima a la que un niño puede quedarse en casa sin supervisión. Si la Justicia considera que un menor se encuentra en situación de desamparo —sea cual sea su edad— los padres tendrán que hacer frente a la sanción correspondiente, que puede incluir la pérdida de la tutela o incluso una pena de cárcel.