Melchiorre Shi Hongzhen, reconocido oficialmente como obispo de Tianjin (China)

Publicado: martes, 27 agosto 2024 12:30

ROMA, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Vaticano ha informado este martes de que Melchiorre Shi Hongzhen, de 94 años, ha sido oficialmente reconocido como obispo de Tianjin (China).

"La Santa Sede se complace en saber que hoy, 27 de agosto de 2024, S.E. Monseñor Melchiorre Shi Hongzhen está oficialmente reconocido a los efectos del derecho civil como obispo de Tianjin (municipio de Tianjin, República Popular China)", señala en un comunicado publicado este martes por el Vaticano.

Según precisa, "esta disposición constituye un resultado positivo del diálogo establecido a lo largo de los años entre la Santa Sede y el Gobierno chino".

Melchiorre Shi Hongzhen nació el 7 de octubre de 1929, fue ordenado sacerdote el 4 de julio de 1954 y consagrado obispo coadjutor de Tianjin el 15 de junio de 1982, sucediendo posteriormente a Stefano Li Side el 8 de junio de 2019.

La diócesis de Tianjin cuenta con alrededor de 56.000 fieles, distribuidos en 21 parroquias, atendidos por 62 sacerdotes y un buen número de monjas, según señala el Vaticano.

El pasado mes de junio, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, señaló que preveían renovar en octubre su acuerdo con China para nombrar obispos, un marco que permite a los fieles chinos tener obispos que están en comunión con Roma y que respeten al Papa como autoridad suprema.

Este acuerdo, ya renovado en 2020 y en 2022, fue suscrito en Pekín en 2018 y se aplica desde octubre de ese año, no sin críticas ya que en sus cuatro primeros años de funcionamiento se produjeron seis ordenaciones episcopales y dos de ellas ni siquiera podían enmarcarse en el pacto entre Roma y Pekín.

Hasta la firma del texto y llegada al poder en China de los comunistas, cuando expulsaron al nuncio apostólico, el país asiático únicamente había permitido el culto católico por medio de la Asociación Patriótica Comunista China. Se trata de un departamento leal al gobierno chino, que además rechazaba la autoridad de la Santa Sede en el nombramiento de obispos y en el gobierno de la Iglesia.

De este modo, los obispos legítimos que permanecían fieles al Papa vivían una situación cercana a la clandestinidad, permanentemente asediados y perseguidos por las autoridades comunistas.

Contador

Leer más acerca de: