MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mortalidad en carretera de los conductores de 18 a 29 años ha registrado un descenso del 41% en la última década, lo que les consolida como el grupo de automovilistas con menos conductores fallecidos respecto sus propios accidentados (0,5%).
Así lo ponen de relieve los resultados del estudio 'El gran cambio. Jóvenes conductores: anatomía de una nueva generación al volante', realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza y que analiza la accidentalidad vial de los conductores españoles de 18 a 29 años entre los años 2010 y 2019.
La investigación, publicada este lunes y recogida por Europa Press, pone de relieve que todos los grupos de edad señalan a los jóvenes como el colectivo más imprudente e inexperto a la hora de ponerse al volante (58%) y que, proporcionalmente, tienen más accidentes que el resto de grupos de edad (+37% en los últimos 10 años).
No obstante, las conclusiones de este informe reflejan que los conductores de 18 a 29 años han experimentado un cambio, "debido, fundamentalmente, a su mayor respeto a las normas y a la modificación de sus hábitos de movilidad".
Asimismo, el estudio apunta que en el año 1989 los accidentes de tráfico causaban el 31% del total de los fallecimientos entre los jóvenes (2.185 muertes), mientras que 30 años después (2019) este porcentaje se sitúa en el 17,7% (239 muertes), lo que supondría haber salvado alrededor de 35.000 vidas.
Para la Fundación Línea Directa, este cambio se debe a las campañas de concienciación, a una mayor responsabilidad al volante y del uso del transporte público, así como a las nuevas formas de movilidad, entre otras razones.
Otras de las razones sería el cambio de mentalidad entre los jóvenes por el que el uso del coche ha descendido un 36% entre 2014 y 1995; el porcentaje de conductores de 18 a 20 años ha caído en un 37% entre 2010 y 2019; mientras que los de 21 a 29 años se han reducido en un 25% en este mismo periodo. Además, un 48% de los menores de 34 años no cuenta con carnet de conducir.
Respecto a la evolución de la lesividad, este valor también arroja buenos datos para los conductores de 18 a 29 años, ya que el resto de grupos de edad tienen una lesividad grave un 10,6% superior a la de los automovilistas más jóvenes.
Por otro lado, el estudio señala que el accidente más habitual con jóvenes de 18 a 29 años es el alcance trasero (30%), debido a las distracciones y a no mantener la distancia de seguridad. Los siniestros suelen ocurrir en vías urbanas (61%) los fines de semana y con turismos de más de 10 años (44%), y suelen tenerlos más frecuentemente los hombres (70%) de entre 25 y 29 años.
En cuanto a la responsabilidad en los golpes, los jóvenes provocan el 62% de los siniestros, un dato que contrasta con su propia percepción, ya que piensan que en dos de cada tres siniestros son la parte perjudicada.
En cuanto a la distribución territorial de los accidentes con jóvenes implicados, la accidentalidad en carretera en los jóvenes se consolida como un fenómeno bastante homogéneo en todo el país. Sin embargo, Baleares, Cataluña y Madrid destacan por tener una frecuencia de este tipo de accidentes ligeramente superior a la media, mientras que Castilla y León, Navarra y Región de Murcia se significan por registrar un índice de siniestros con jóvenes más bajo que el resto de territorios.
Según el estudio de la Fundación Línea Directa, los automovilistas de 35 a 44 años son los conductores más imprudentes, al ser los que más alcohol (45%) y drogas (12%) consumen antes de conducir, los que menos usan el cinturón como conductor (8%) y los que menos usan el casco cuando van en moto (12%). Además, son los que más multas han recibido recientemente (22%) y también los que dicen haber perdido más puntos del carné a consecuencia de esas mismas infracciones (45%).
Por su parte, los conductores más jóvenes son los que más reconocen cometer excesos de velocidad (72%), los que menos se ponen el cinturón cuando van de ocupantes (16%) y, sobre todo, los que más usan el móvil sin manos libres cuando van conduciendo (47%), una práctica que cada año causa casi 400 muertes en carretera.
"Durante muchos años hemos visto cómo la sociedad prejuzgaba a los conductores más jóvenes señalándolos como los automovilistas más imprudentes e inexpertos. Sin embargo, las cifras nos dicen que, a día de hoy, la realidad es otra. En los últimos 10 años los conductores de 18 a 29 años han experimentado una mejoría realmente destacable debido a un conjunto de circunstancias, como una mayor responsabilidad y concienciación, nuevos hábitos de movilidad y un acceso al carné más tardío", ha explicado Mar Garre, directora general de la Fundación Línea Directa.