Una mujer decide no recibir la eutanasia tras un abrazo del Papa

Actualizado: lunes, 11 septiembre 2017 17:52

MADRID, 11 Sep. (EDIZIONES) -

Consuelo Córdoba sufrió en 2001 el ataque de su expareja que vertió ácido sobre su rostro, desfigurando sus facciones. Contraer tocxoplasmosis cerebral, una infección cerebral muy agresiva, fue la razón definitiva para programar un suicidio asistido. "La decisión de mi eutanasia está ya tomada. El abogado me trajo la carta el 16 de marzo, ya la firmé", contaba la mujer de 56 años, antes de reunirse con el Papa, en declaraciones a Noticias Caracol.

Pero el abrazo y las palabras de ánimo que el Papa Francisco dedicó a Consuelo el pasado sábado durante su visita a Bogotá hizo que cambiara de idea. El jefe de seguridad del sumo pontífice la sacó de entre la multitud, mientras Consuelo observaba que el Papa le saludaba desde una ventana. "Y entonces me vio y me saludó con la mano. Y yo dije: 'Gracias, Dios mío, porque viene hacia mí'", relata. "Le conté al Papa lo de la eutanasia, que quería morir y el 29 de septiembre me aplicaban la inyección, todo estaba listo", asegura la mujer.

Consuelo tenía todo atado. Contaba con el concepto jurídico de la Universidad del Rosario, disponía de un médico que le aplicaría gratis la inyección letal e incluso logró obtener donantes para su sepultura. Pero tras su encuentro con el Papa sus planes cambiaron. "Definitivamente, no. Se fue la eutanasia", afirma Consuelo a Noticias Caracol.

Consuelo Córdoba vuelve a ser feliz, según ha expresado ella misma. Está dispuesta a someterse a operaciones quirúrjicas, para mejorar su calidad de vida, y mantiene la esperanza de conseguir una casa propia y convertirse en estilista profesional.

Aquí puedes ver el testimonio de Consuelo tras haber recibido el abrazo del Papa.

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