MADRID 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, ha subrayado la "urgencia" de una nueva Evangelización en Europa y en España en medio de un contexto marcado por la "secularización" y la "descristianización".
"Ya son varias décadas en las que especialmente en Europa el hombre viene marcado por la secularización o la descristianización. Esto quiere decir que son muchos de nuestros hermanos e hermanas que pueden transcurrir una vida sin que su destino esté marcado por ningún signo religioso que les transporte a la fe en Cristo Señor. Este fenómeno, sí, ha llegado también aquí", ha advertido Auza, este viernes durante la inauguración del Encuentro de Laicos sobre el Primer Anuncio.
Este encuentro, organizado por la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, bajo el lema 'Pueblo de Dios unido en la Misión, reunirá desde este viernes 16 hasta el próximo domingo 18 de febrero, en la Fundación Pablo VI en Madrid, a representantes de las diócesis españolas, de la vida consagrada y de los distintos movimientos y asociaciones laicales.
Durante su intervención, el nuncio del Papa en España ha urgido a los laicos a evangelizar. "Vemos cada vez más con claridad y urgencia la necesidad de una nueva evangelización", ha indicado. Y, aunque ha precisado que quedan "vestigios esperanzadores", ha insistido en la necesidad de que el anuncio del mensaje de Jesucristo "no pierda nunca en ningún momento su primitiva novedad y su frescura".
Esto es importante, según ha dicho, "en el devenir del proceso de la secularización" que está ligado "a una sociedad líquida". "El hombre líquido es, ante todo, una actitud que sumerge al individuo llevado y traído por un continuo movimiento de cambio y desarraigo, evadiendo todo compromiso, también sustrayéndose de un amor permanente o de un compromiso permanente y buscando la última sensación o experiencia que va agrandando una situación fluctuante del hombre", ha explicado.
Este es, según ha dicho, "el nuevo ámbito en el que debe hacerse el anuncio evangélico de hoy", conscientes de que "la riqueza y los valores permanentes del Evangelio no pueden reducirse a las tendencias de la razón o a la fuerza de la lucha por la vida humana, sino a su principio y a su fin último: Cristo Jesús".
Para que el Primer Anuncio sea eficaz, Bernardito Auza ha insistido en la necesidad del "testimonio personal". En este sentido, ha recordado a San Pablo VI que decía que la evangelización no es un sistema "automático, ni puramente carismático y autónomo", sino "fundado en el testimonio personal de quienes anuncian este mensaje".
"Difundir este mensaje es una tarea común, sinodal, podemos decir hoy, caminar juntos, trabajar juntos, evangelizar juntos. Todos juntos estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe", ha subrayado.
En este contexto, el nuncio ha puesto de relieve el trabajo que ya realizan en este sentido muchos laicos, participando activamente en la catequesis, en la actividad sociocaritativa y en los demás ámbitos del trabajo pastoral que se desarrolla en la parroquia, en la diócesis o a nivel nacional. Por ello, les ha animado a "no dejarse nunca desanimar por la conducta de quienes, desgraciadamente, viven como si Dios no existiera".