- Asociaciones de familia y de padres aplauden la eliminación de la asignatura
MADRID, 31 Ene. (OTR/PRESS) -
Una de las medidas que va a acometer en su departamento el ministro de Educación, José Ignacio Wert, consiste en la eliminación de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos por Educación Cívica y Constitucional, que, según ha dicho, estará "libre de cuestiones controvertidas y de adoctrinamiento ideológico". Los obispos españoles no han tardado en calificar la iniciativa de una "buena noticia", al tiempo que varias asociaciones de familias y de padres han aplaudido la supresión de la materia.
"Educación para la Ciudadanía ha estado acompañada desde su nacimiento por la polémica y ha creado una seria división en la sociedad y el mundo educativo", ha afirmado el titular de Educación durante su primera comparecencia en la Comisión de Educación y Deporte del Congreso de los Diputados.
El planteamiento de la materia aprobada por el Gobierno socialista, en opinión de Wert, iba "más allá de lo que debería corresponder a una verdadera formación cívica conforme a las directrices formuladas por el Consejo de Europa".
Por ello, el ministro ha propuesto una nueva asignatura que proporcione a los alumnos el conocimiento de la Constitución Española: Educación Cívica y Constitucional. Ésta es una materia "relevante" porque, según Wert, tiene como objetivo la formación de ciudadanos "libres y responsables con capacidad de ser sujetos activos". "Sin duda, esta Educación Cívica y Constitucional servirá a tal fin y ni a ningún otro", ha subrayado.
La propuesta de eliminar la materia ha sido acogida por los obispos españoles como una "buena noticia", según informaron a Europa Press fuentes oficiales de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Y es que esta asignatura nunca fue vista con buenos ojos por parte de los obispos, que ya se pronunciaron sobre ella en una nota con motivo de la Comisión Permanente de la CEE del pasado 20 de junio de 2007.
Fue en este texto donde, entre otras cuestiones, advirtieron que EpC, tal como resulta articulada en los Reales Decretos, tiene como objetivo "la formación de la conciencia moral de los alumnos", así como que "el Estado se arroja un papel de educador que no es propio de un Estado democrático de Derecho".
LAS ASOCIACIONES DE FAMILIA CELEBRAN LA INICIATIVA
Quien también ha aplaudido la eliminación de la EpC han sido diferentes asociaciones de familia, que además han mostrado su agradecimiento a los padres y alumnos objetores de esta materia por su "esfuerzo" a la hora de transmitir la necesidad de su supresión.
Una de estas asociaciones ha sido Foro de la Familia, cuyo presidente, Benigno Blanco, ha asegurado que la eliminación de la asignatura le ha provocado "una satisfacción" por lo que supone desde el punto de vista de la defensa de las libertades, si bien ha admitido que "ya estaba cantado" que se eliminaría porque "era un compromiso expreso" del PP.
En esta misma línea, el presidente de HazteOir, Ignacio Arsuaga, ha calificado la supresión de la materia de "avance histórico en la libertad de educación en España" pues, según ha apuntado, EpC "adoctrina a los hijos y les impone una moral de Estado".
Por su parte, el presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder, ha asegurado que se trata de "un paso importantísimo" porque, de esta forma, según ha explicado, "se respeta" el artículo 27 de la Constitución Española, en el que se recoge el derecho de los padres "para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".
ASOCIACIONES DE PADRES APLAUDEN LA REFORMA EDUCATIVA
Por otro lado, la Confederación de padres y madres de alumnos (Cofapa) y la Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) han celebrado la iniciativa de reforma del sistema educativo anunciada por el ministro de Educación, si bien han pedido que se implique más a las familias.
De este modo, CONCAPA ha expresado su "apoyo" a la propuesta de reforma aunque ha precisado que "ha echado en falta" que se hablase de la necesidad de implicar a las familias "para que cualquier reforma educativa salga adelante, dotando a sus asociados, los padres, de medios humanos y económicos suficientes para conseguirlo".
En cuanto a las medidas anunciadas en sí, la organización ha manifestado que el ministro "debería haber erradicado" EpC incluido los contenidos de la nueva propuesta (Educación Cívica y Constitucional) "de forma transversal, máxime cuando reconoce que los europeos tienen menos horas lectivas pero más de Matemáticas y Lengua que los españoles".
Por su parte, COFAPA ha manifestado que acoge "con satisfacción las principales líneas maestras" de la reforma educativa presentada. Entre ellas ha destacado la "recuperación de la figura del profesor como pieza clave en la educación, la mejora de la Formación Profesional, el fomento del bilingüismo, el potenciar la relación familia-escuela, el garantizar la libre elección de centro, el máximo aprovechamiento de los recursos educativos o la aplicación de nuevos sistemas de evaluación".
Igualmente, el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez, ha acogido con satisfacción todas las medidas educativas anunciadas por considerar que "son todas muy necesarias para la mejora del sistema educativo español" y su tasa de fracaso.
En nombre de la patronal, Rodríguez ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que están "muy contentos" con la decisión de suprimir la asignatura de EpC, porque era "una antigua reivindicación de CECE y de todos los que son partidarios del no adoctrinamiento en las aulas".
"Se trata de una materia con gran carga ideológica y que supone una intromisión en el derecho que asiste a los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones filosóficas, religiosas y morales", explica la confederación.
Del lado contrario también se ha posicionado la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), que ha asegurado este martes que desde que se incorporara la EpC al currículum educativo, "en la inmensa mayoría de los centros educativos no ha habido ningún problema", por lo que ha afirmado que su eliminación se debe a una "polémica política".
La organización, en un comunicado, ha señalado que con la supresión de esta materia el Gobierno "quiere contentar a sectores fundamentalistas" ya que la asignatura "contribuye a desarrollar la capacidad crítica del alumnado y a que éste conozca y respete los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su raza, sexo, orientación sexual, religión y cualquier característica social y personal".