MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Los obispos españoles instan a superar los comportamientos autorreferenciales y a vivir en comunidad para construir una sociedad más justa y fraterna, en su mensaje con motivo de la fiesta del Corpus Christi, Día de la Caridad, que se celebrará el próximo 18 de junio bajo el lema 'Llamados a ser comunidad'.
"El redescubrimiento de nuestro ser comunitario es el punto de partida para superar nuestros intereses individuales, los comportamientos autorreferenciales y colaborar con el Señor en la construcción de un mundo en el que la experiencia del amor de Dios nos permita vivir la comunión y construir una sociedad más justa y fraterna", reza el mensaje de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española (CEE), publicado este jueves 18 de mayo.
De esta forma, los obispos acogen la invitación de Cáritas a "crecer como comunidad" siendo esta "el ámbito donde acompañar y ser acompañados, donde generar presencia, cercanía y un estilo de vida donde el que sufre encuentre consuelo, el que tiene sed descubra fuentes para saciarse y el que se siente excluido experimente acogida y cariño".
"Solo así --precisan-- podremos encontrar salidas a nuestra realidad social, más centrada en la búsqueda de intereses egoístas, en la agresividad ideológica y en la permanente descalificación del otro".
Para ello, añaden que hace falta cultivar "una verdadera espiritualidad de comunión" al estilo de los primeros cristianos que exige, según explican, descubrir la dignidad personal que "no se sustenta en factores económicos, en razones étnicas, en cuotas de poder ni en fluctuantes acuerdos humanos" sino en "el misterio de la Trinidad".
"Cuando eso falla, y este es uno de los vacíos de la cultura actual, la cuestión social se convierte en una cuestión antropológica y el mayor problema no está sólo en la pobreza, sino en la pérdida de la dignidad humana", agregan.
Además, subrayan la importancia de cuidar la naturaleza y ser solidarios, con un "corazón abierto y universal para acoger a todos, especialmente a los excluidos, los descartados, los migrantes, los refugiados y para integrarlos en la comunidad haciéndolos partícipes de ella con todos sus derechos y con todas sus potencialidades".
"La comunión con los que sufren a causa de la marginación y la exclusión nos mueve a reaccionar ante las injusticias sabiendo que no es suficiente atender a las víctimas. Es necesario incidir en el cambio de las reglas de juego del sistema económico-social", destacan.
También consideran necesario un desarrollo que integre a todos los pueblos de la tierra, "sin absolutizar al individuo ni masificarlo, sin reducir el desarrollo al crecimiento económico y sin excluir a Dios de la vida del hombre".
Asimismo, aseguran que les preocupa la sociedad centrada "en el dios dinero" y apuestan por abrir caminos a otra economía al servicio de la persona que promueva al mismo tiempo la inclusión social de los pobres y la consolidación de un trabajo decente. "Como hemos manifestado en otras ocasiones, la reducción de las desigualdades no puede dejarse en manos de las fuerzas ciegas del mercado", recuerdan.
Por otro lado, señalan que la mística ha de ser "una mística de ojos abiertos a Dios y a los hermanos, no una mística sin nombre y sin rostro, como algunas de moda" en referencia a "algunas místicas de tradiciones orientales desencarnadas y a otras de tono psicologicista y de Nueva Era".