ROMA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los obispos que participan este mes en el Sínodo que se está celebrando en Roma sobre los jóvenes votarán punto por punto el documento final que resulte de la asamblea y necesitarán una mayoría de dos tercios, según ha informado la Santa Sede.
Así lo ha apuntado el prefecto el Dicasterio vaticano para la Comunicación, Paolo Ruffini, este lunes 15 de octubre en rueda de prensa. También ha precisado que esta tarde se leerán en el Sínodo los informes proporcionados por los círculos menores. Además, ha apuntado que se está evaluando la posibilidad de acompañar el documento final de un mensaje dirigido a los jóvenes.
En el encuentro con los medios, ha intervenido el fraile dominico francés Bruno Cadoré, quien ha apostado por pasar "de una actitud de escucha a una actitud de diálogo" en la Iglesia y por "acoger la diversidad" de los jóvenes porque "cuando se acoge a una persona, esa persona cambia".
En este sentido, el ministro general de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, Marco Tasca, ha destacado que para escuchar hay que "interiorizar" lo que los jóvenes dicen a la Iglesia y ha invitado a dejar a un lado la actitud de "queja" y a contar con los jóvenes para encontrar una "solución" en la Iglesia a ese alejamiento con la juventud.
También ha subrayado la importancia de los pequeños detalles como usar menos papel en el propio Sínodo para cuidar el medio ambiente, tal y como puso de manifiesto uno de los jóvenes que participan en la Asamblea.
Mientras, el prepósito general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, ha advertido del "debilitamiento de la democracia que da paso a populismos ingenuos, nacionalismos discriminatorios y personalismos arbitrarios" y ha avisado de la "creciente ausencia de transmisión social de conocimientos religiosos de todas religiones".
También ha puesto de relieve que el tema de los migrantes está presente en el Sínodo y ha instado a "interrogarse sobre las causas de las migraciones, también de las internas".
Por su parte, la joven chilena Silvia Teresa Retamales, que participa en el Sínodo como auditora, ha comentado cómo sus amigos, sobre todo los menos creyentes, le dijeron antes de viajar a Roma que pidiera una Iglesia "más abierta", es decir, "multicultural, que acoja a todos sin ninguna diferencia", también a las minorías, a los migrantes y a los jóvenes homosexuales.
Sobre los abusos en Chile, ha asegurado que ha creado "una crisis de confianza" en la Iglesia católica y sus representantes porque son unos hechos "graves", pero ha añadido que son muchos los jóvenes que piensan que este escándalo es "una oportunidad para repensar estructuras donde se prevengan" los abusos.
Por otro lado, preguntados por un cierto malestar ante la imposibilidad de votar de las mujeres religiosas que participan en el Sínodo, Sosa ha precisado que es "un Sínodo de obispos" aunque ha asegurado que si algo no funciona, será "síntoma" de que hay que cambiarlo. En esta línea, ha precisado que una de las características de la reforma que quiere impulsar Papa es extender la sinodalidad de la Iglesia.