MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace ha denunciado que los vertido por la fuga de gasoducto North Stream en Dinamarca son "demoledores" porque se están vertiendo "grandes cantidades" de gas metano, uno de los que más contribuyen al cambio climático a nivel mundial, al tiempo que Amigos de la Tierra pide poner fin al gas natural como muy tarde en 2035 para evitar conflictos armados y contaminación ambiental.
Así lo ha explicado a Europa Press el responsable de la campaña contra los combustibles fósiles de Greenpeace, Francisco del Pozo, que advierte del elevado potencial climático del gas metano, cuyo principal componente es gas natural.
De acuerdo con las primeras estimaciones del vertido que se están realizando, Del Pozo calcula que se pueden haber emitido a la atmósfera unos 30 millones de toneladas de CO2 que es equivalente a todas las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el parque de automóviles de España funcionando durante un año entero.
"Las imágenes que nos llegan de Dinamarca son realmente demoledoras", ha manifestado Del Pozo que aunque admite que las cifras no son definitivas, a medida que progresa la investigación espera que se podrá acceder a la zona para investigar las causas.
"Este hecho no hace más se constatar la era patio trasero de la industria del gas fósil que nos han vendido como un gas ecológico y climáticamente aceptable cuando realmente son. Es un potente era de efecto invernadero que tiene grandes fugas", ha denunciado.
Finalmente, ha añadido que la Agencia Internacional de Energía ha estimado que en torno al cinco por ciento de este gas se pierde en todo su proceso, desde el pozo hasta que llega a los hogares y las fábricas.
Por su parte, la responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra, Cristina Saavedra, ha manifestado a Europa Press que el vertido de North Stream supone ver como el gas no solo es un propulsor de conflictos armados y de creación de zonas de sacrificio donde miles personas sufren las peores consecuencias, sino que se trata de una peligrosa fuente de contaminación medioambiental, por tierra, mar y aire.
En concreto, ha estimado que el metano que se libera tiene un calentamiento 86 veces superior al C02 con consecuencias desastrosas en la crisis climática y en la crisis de biodiversidad.
Al mismo tiempo, ha subrayado que el gas agrava la crisis social, cada vez más acuciante por la subida de precios de la energía. Los impactos pronosticados ya son enormes y sólo son los primeros cálculos.
En su opinión, es "necesario" abandonar el gas a más tardar en 2035, eliminar el gas fósil de la taxonomía europea de las finanzas sostenibles y establecer planes de transición hacia energías renovables, donde se priorice la democratización de ésta, y se ponga especial foco en la población más vulnerable que no sabe cómo va a poder calentar su casa este invierno.
"Existen soluciones y posibilidades, esperamos que también existan compromisos por parte de los responsables políticos y que no tengamos que soportar otro desastre como este", ha concluido.