MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Decenas de organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción, han enviado una carta al Ministerio de Hacienda, al de Transportes y al de Transición Ecológica en la que han pedido que el Gobierno de oponga formalmente a la propuesta de prorrogar hasta 2049 la puesta en marcha de un impuesto al queroseno en la Unión Europea (UE) que ha efectuado el Gobierno de Hungría, que actualmente ostenta la Presidencia semestral de la UE.
En el texto, las asociaciones han calificado de "inaceptable" una propuesta que vendría a "recompensar ahora a una industria que ha incumplido casi todos sus objetivos climáticos en las últimas décadas" y han defendido el "efecto positivo" que un impuesto al queroseno podría tener para incentivar la inversión por parte de la industria en combustibles menos contaminantes.
Además, han incidido en que la propuesta húngara "no solo es injusta, sino también contraproducente desde el punto de vista económico". En este sentido, han denunciado que "en 2025 las subvenciones indirectas a la aviación supondrán una pérdida de ingresos para la UE de 35.700 millones de euros, de los cuales 13.300 millones se deben a la exención fiscal del queroseno".
La propuesta, hecha pública a principios de septiembre y actualmente sometida a debate, se enmarca en la revisión de la Directiva de Fiscalidad de la Energía, norma comunitaria en vigor desde 2003 que establece pautas estructurales y tipos impositivos mínimos para combustibles de automoción y calefacción, así como a la electricidad.
Según Ecologistas en Acción, Bruselas propuso en este proceso la introducción progresiva de un impuesto al queroseno durante un periodo transitorio de diez años al final del cual las aerolíneas deberían pagar un impuesto mínimo de 10,75 euros por gigajulio (EUR/GJ) en toda la UE. El gobierno húngaro ha realizado su sugerencia tras meses de negociaciones infructuosas sobre la introducción de este impuesto en 2028.
El portavoz del grupo ecologista, Pablo Muñoz, ha recalcado que España tiene la "obligación" de mostrar su oposición a la propuesta húngara y trabajar activamente para que el impuesto al queroseno vea la luz cuanto antes. A su juicio, la propuesta húngara va en contra de los objetivos climáticos de la UE y supone seguir "privilegiando" a la industria de la aviación frente a otros medios de transporte menos contaminantes.