ROMA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Autoridad de Información Financiera (AIF), el órgano de control de las finanzas del Vaticano ha mostrado su "plena confianza" en el director de la AIF, Tommaso Di Ruzza, quien junto con otros cuatro empleados de la Santa Sede es objeto de una investigación por parte de las autoridades judiciales vaticanas en un presunto caso de corrupción por el desvío de dinero del fondo de caridad del Papa, en operaciones no registradas en los libros contables.
"La Junta Directiva reafirma su plena confianza en la competencia profesional e integridad de su director y, además, lo felicita por su labor institucional en la gestión del caso en cuestión. Como la AIF sigue llevando a cabo sus actividades operativas a nivel nacional e internacional, continúa cooperando plenamente con las autoridades competentes", ha señalado en un comunicado la oficina de prensa de la Santa Sede. "La Junta Directiva confía en que los posibles malentendidos se aclaren con brevedad", ha agregado.
En el comunicado se hace un repaso cronológico de los hechos. Se da cuenta de que el pasado 1 de octubre de 2019 el director de la Autoridad de Información Financiera, Tommaso Di Ruzza, y sus oficinas fueron registradas por el Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano en relación con una investigación iniciada por el Promotor de Justicia, a raíz de dos denuncias presentadas en los pasados meses de julio y agosto, respectivamente por el IOR y la Oficina del Auditor General en el ejercicio de sus facultades.
La investigación, que condujo a la incautación de ciertos documentos y expedientes, está vinculada a una actividad institucional en curso llevada a cabo por la AIF sobre la base de un Informe de actividades sospechosas que involucra a varias jurisdicciones extranjeras.
Inmediatamente después de estos acontecimientos, el presidente de la AIF, René Brülhart, tras consultar a los miembros de la Junta Directiva, inició una investigación interna para comprender a fondo la actividad operativa de la AIF en cuestión.
Sobre la base de esta investigación interna, la Junta Directiva determinó, en primer lugar, que la actividad llevada a cabo por la AIF y su director era de naturaleza estrictamente institucional y realizada en conformidad con los estatutos de la AIF; y en segundo lugar, que en el ejercicio de su función institucional, ni el director ni ningún otro empleado de la AIF desempeñaron su función de manera inadecuada o participaron en alguna otra conducta impropia.