ROMA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha advertido sobre el chismorreo, que "destruye" todos los ámbitos de la vida, como la familia, la escuela, el lugar de trabajo o la amistad: "Por la lengua comienzan las guerras", ha afirmado.
Durante su intervención en el Ángelus, Francisco ha destacado la importancia de quienes tienen responsabilidades educativas o de liderazgo, exhortándolos a ser conscientes de su delicado papel y a discernir siempre el camino correcto a seguir para guiar a las personas.
En este sentido ha exhorado a los fieles a no ser presuntuosos e hipócritas: "Muchas veces, todos lo sabemos, es más fácil o más cómodo ver y condenar las faltas y pecados de los demás, sin poder ver los propios con la misma lucidez".
El Pontífice ha subrayado que siempre escondemos nuestros defectos, "incluso los escondemos a nosotros mismos".
Ante esta actitud, el Papa ha recordado que existe la tentación de ser indulgente con uno mismo. Por eso "mientras observamos y corregimos las faltas de nuestro prójimo, también debemos ser conscientes de que nosotros tenemos faltas", ha manifestado.
"Si creo que no tengo defectos, no puedo condenar o corregir a los demás. Todos tenemos defectos: todos. Y debemos ser conscientes, y antes de condenar a otros debemos mirar dentro de nosotros mismos", subrayó Francisco.