El Papa afirma que "no es bueno" crear "embriones probeta", "comerciar con gametos" ni los "úteros de alquiler"

   ROMA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha asegurado que "no es bueno" crear "embriones probeta", "comerciar con gametos" ni los "úteros de alquiler" en alusión a las prácticas de la maternidad subrogada, en un mensaje enviado a los participantes del Congreso Internacional de la WOOMB sobre la 'revolución Billings' que tendrá lugar en Roma, en la Universidad Católica del Sagrado Corazón, este viernes y sábado, 28 y 29 de abril.

   "Hoy en día la separación ideológica y práctica de la relación sexual de su potencial generativo ha determinado la búsqueda de formas alternativas de tener un hijo, que ya no pasan por las relaciones conyugales, sino por el uso de procesos artificiales", ha afirmado.

   "Sin embargo --ha añadido--, si es bueno ayudar y apoyar un legítimo deseo de engendrar con los más avanzados avanzados conocimientos científicos y tecnologías que curan y mejoran la fertilidad, no lo es crear embriones de probeta para luego suprimirlos, comerciar con gametos y recurrir a la práctica del útero en de alquiler".

   "En este campo, un mayor conocimiento de los procesos de generación de la vida, utilizando los descubrimientos científicos modernos, podría ayudar a muchas parejas a tomar decisiones más conscientes y éticamente más respetuosas con la persona y su valor", ha manifestado.

   El Papa también ha abogapor por una educación sexual donde las cuestiones doctrinales se exploren "sin simplificaciones indebidas ni cierres rígidos", al tiempo que ha criticado el empobrecimiento de las relaciones "reducidas a sensaciones" en un mundo "dominado por una relativista y banal de la sexualidad humana".

   "Una educación seria en este sentido parece hoy necesaria, en un mundo dominado por una relativista y banal de la sexualidad humana. En cambio, exige ser considerada dentro de una perspectiva antropológica y ética, en la que las cuestiones doctrinales se exploren se exploren sin simplificaciones indebidas ni cierres rígidos", ha considerado.

   Este ha sido el mensaje enviado por el Pontífice a los participantes del Congreso Internacional de la WOOMB sobre 'La revolución Billings', 70 años después: del conocimiento de la fertilidad a la medicina personalizada'.

   El matrimonio John y Evelyn Billings es conocido por desarrollar en la segunda mitad del siglo pasado una cuidadosa investigación científica y difundir un método sencillo para el conocimiento natural de la propia fertilidad, con el fin de ayudar a los cónyuges a ser padres mediante la identificación de los periodos más fértiles, en contraposición con la investigación farmacológica, centrada en el control de la fertilidad y la cultura anticonceptiva.

   El Papa ha instado así retomar y profundizar "la educación en el valor de la corporeidad, una visión integrada e integral de la sexualidad humana", así como "el cuidado de la fecundidad del amor incluso cuando no es fértil" y la "cultura de la acogida de la vida y el problema del colapso demográfico".

   Para Francisco, la sociedad actual está perdiendo de vista "la conexión entre la sexualidad y la vocación fundamental de cada persona al don de sí, que encuentra una realización particular en el amor conyugal y familiar".

LOS FEMINICIDIOS, CONSECUENCIA DEL EMPOBRECIMIENTO DE LA SEXUALIDAD

   Así, ha explicado que cuando "la experiencia de la sexualidad se empobrece" y se "reduce a sensaciones", pronto "pierde su dimensión humana y su responsabilidad". En este sentido, ha apuntado a que "la tragedia de la violencia entre parejas sexuales" y, en concreto, "la plaga de los feminicidios, encuentra aquí una de sus causas".

   Asimismo, ha considerado que, en la raíz de la actual crisis demográfica hay, junto a diversos factores sociales y culturales, "un desequilibrio en la visión de la sexualidad". De este modo ha señalado que "después de la llamada revolución sexual que ha derribado tabúes, es necesaria una nueva revolución de mentalidad".

   "Una cosa es comprender la fragilidad de la edad o sus confusiones, otra es animar a los adolescentes a prolongar la inmadurez de su forma de amar. Pero, ¿quién habla hoy de estas cosas? ¿Quién es capaz de tomar en serio a los jóvenes? ¿Quién les ayuda a prepararse seriamente para un amor grande y generoso?", se ha cuestionado.