ROMA 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha señalado que el arrepentimiento no es "fruto del autoanálisis" sino que brota de la conciencia del "amor infinito de Dios" y ha pedido a los sacerdotes confesores que actúen con "ternura materna".
"Os animo a vivir cada confesión como un momento de gracia único e irrepetible, y a entregar generosamente el perdón del Señor, con afabilidad, paternidad y me atrevería a decir que incluso con ternura materna", ha asegurado el Pontífice ante los participantes en el XXXIV curso sobre el Foro Interno promovido por la Penitenciaría Apostólica.
Francisco --que tiene previsto trasladarse a la parroquia de San Pío V de Roma para confesar a un grupo de personas-- ha asegurado que el "arrepentimiento no es fruto del autoanálisis ni de un sentimiento psíquico de culpa, sino que brota de la conciencia de nuestra miseria ante el amor infinito de Dios, de su misericordia sin límites".
Para el Papa, la oración penitencial "conserva toda su validez, tanto pastoral como teológica". En este sentido, ha asegurado que es necesario poner "poner a Dios en el centro de todo, como luz en el camino y fundamento de todo orden de valores, confiándole todo".
Del mismo modo, ha dicho a los sacerdotes que la tarea del confesionario es "hermosa y crucial" porque permite ayudar a las personas a probar "la dulzura del amor de Dios".