ROMA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La inmigración y el medio ambiente serán los temas claves de la visita de 30 horas que el Papa Francisco realizará a Marsella (Francia) el viernes 22 y el sábado 23 de septiembre, en la que no se descarta una alusión a la guerra y no sólo a la de Ucrania. "Esto causa dolor al Papa y no se excluye una referencia en sus discursos", señaló este martes el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Además, añadió que el Pontífice podría dirigir un pensamiento a toda Francia y con eco a toda Europa, según recoge Vatican News. Marsella es la segunda ciudad francesa que visita Francisco para acudir a un evento internacional, después de Estrasburgo en 2014. En este sentido, Bruni también ha precisado que debe entenderse este viaje, no como una visita a Francia, sino como una visita a la ciudad de Marsella, al igual que ocurrió en 2014, y con un carácter internacional.
Francisco será el primer Papa en la era moderna en visitar Marsella, y lo hará unos días antes de partir hacia Turquía. Dirigirá cuatro discursos en italiano en su 44 viaje apostólico en el que cerrará los trabajos de jóvenes y obispos en los 'Encuetros Mediterráneos', que antes se han celebrado en Bari y Marsella, en Italia.
Bruni también destacó la dimensión interreligiosa y ecuménica de este evento ya que ofrece una oportunidad para "hacer crecer el diálogo y una cultura del encuentro entre las costas del Mediterráneo". Y en esta ocasión 70 representantes de las generaciones más jóvenes estarán junto a 70 obispos.
"La dimensión ecuménica e interreligiosa estará presente desde el primer día de la visita del Papa, cuando tendrá lugar un momento de reflexión común cerca del monumento dedicado a los marineros y inmigrantes perdidos en el mar", explicó. Y, además de las migraciones y la acogida de los refugiados, se centrará en el medio ambiente. "Sin duda, el Mediterráneo es un lugar donde se sienten con fuerza los cambios climáticos ocurridos en los últimos años", añadió.
El Papa, que visitó a los refugiados en Lampedusa en 2013 como su primer acto oficial, probablemente volverá a pedir en Marsella atención a las personas que viven en los confines de Europa. Como anunció el arzobispo anfitrión de Marsella, el cardenal Jean-Marc Aveline, Francisco escuchará en Marsella, entre otras cosas, los testimonios de inmigrantes que llegaron al país a través de una ruta peligrosa en la frontera franco-italiana.
A las 16,15 horas del viernes 22 de septiembre, nada más bajar del avión en el aeropuerto de Marsella-Provenza, en Marignane, el Papa será recibido por la primera ministra francesa, Elisabeth Borne. Cuatro niños vestidos con trajes tradicionales ofrecerán flores al Santo Padre, quien recibirá honores militares.
Después, se dirigirá a la basílica de Notre-Dame de la Garde a partir de las 17.15 horas para una oración mariana con el clero marsellés. "Será bautizado marsellés ", explicó el cardenal Jean-Marc Aveline durante una conferencia de prensa el pasado 17 de septiembre en Marsella. Allí, será recibido por el arzobispo anfitrión y rector del santuario de Notre-Dame de la Garde, el padre Olivier Spinosa, rezará en silencio ante la Virgen y encenderá una vela, antes de pronunciar un saludo tras la intervención del cardenal Aveline.
A las 18.45 horas, a 200 metros de distancia, el Papa presentará sus respetos ante el monumento a los inmigrantes y marineros desaparecidos en el mar, donde hablará después de las palabras de un dirigente de la asociación interreligiosa Marsella-Espérance. Un joven migrante leerá un texto y el Papa y otros dos inmigrantes depositarán una ofrenda floral.
La jornada del 23 de septiembre comenzará con un encuentro del Papa Francisco con personas en situación de precariedad económica atendidas por las Hermanas de Santa Madre Teresa, en el popular y multicultural barrio de Saint-Maura, cerca del nuevo puerto de Marsella.
Posteriormente, el Papa se dirigirá al anfiteatro del Palacio del Faro, promontorio del Puerto Viejo, donde 900 personas, entre ellas los 70 obispos y los 70 jóvenes del Mediterráneo, escucharán su discurso clave del viaje. En la asamblea estarán el presidente francés, Emmanuel Macron, la primera dama, Brigitte Macron, el alcalde de Marsella, Benoit Payan, y otros representante civiles, eclesiásticos y políticos.
Francissco y Emmanuel Macron se reunirán después en privado en el salón Pharo, en el que será su cuarto encuentro desde 2017. Después de un almuerzo en el arzobispado, el Papa Francisco, que hará un recorrido en papamóvil descubierto, regresará al estadio Vélodrome para celebrar misa en honor de la Virgen de la Guardia. La misa será en francés y la homilía en italiano. Asistirán el presidente de la República Francesa, la primera dama y el ministro francés del Interior y de Asuntos Religiosos. Francisco regresará a Roma a las 19.15 horas y está prevista su llegada a las 20.50 horas.
La delegación pontificia estará compuesta en Marsella por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede; por el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, por el cardenal francés Dominique Mamberti, prefecto del Tribunal Supremo de la Firma Apostólica; pero también los cardenales Miguel Ayuso, prefecto del dicasterio para el Diálogo Interreligioso; Michael Czerny, prefecto del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; y el cardenal designado Robert Prevost, prefecto del dicasterio para los Obispos.
El diplomático británico Paul Richard Gallagher, secretario de la Santa Sede para las relaciones con los Estados, estará ausente debido a un viaje a la 78 Asamblea General de la ONU en Nueva York.