ROMA 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha concluido su viaje a Marruecos con la celebración de la misa en el Complejo Deportivo Príncipe Moulay Abdellah en la que ha invitado a los fieles a continuar instaurando la "cultura de la misericordia" y ha clamado por la unidad de los cristianos superando la "miope lógica divisoria".
"No caigamos en la tentación de reducir nuestra pertenencia de hijos a una cuestión de leyes y prohibiciones, de deberes y cumplimientos", ha señalado el Pontífice. "Nuestra pertenencia y nuestra misión no nacerá de voluntarismos, legalismos, relativismos o integrismos sino de personas creyentes que implorarán cada día con humildad y constancia: venga a nosotros tu Reino", ha dicho.
Ante unas 10.000 personas, en la misa más multitudinaria jamás celebrada en Marruecos, donde el 98% de la población es musulmana, ha agradecido a los fieles los esfuerzos realizados para que sus comunidades sean "oasis de misericordia". Así, les ha alentado a seguir haciendo crecer la cultura "en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando vea su sufrimiento".
Para el obispo de Roma, la unidad de los cristianos pasa por alcanzar una mirada que "no pretenda clausurar ni claudicar" las diferencias buscando una "unidad forzada o la marginación silenciosa".
El Papa ha comenzado la homilía reconociendo las "innegables" situaciones que pueden llevar a una sociedad a enfrentarse y dividirse. "Siempre nos amenaza la tentación de creer en el odio y la venganza como formas legítimas de brindar justicia de manera rápida y eficaz". Pero, frente a estas actitudes, el Papa ha dicho que el odio, la división y la venganza, lo único que logran "es matar el alma de los pueblos", "envenenar la esperanza" y "destruir". "En vez de medirnos o clasificarnos por una condición moral, social, étnica o religiosa podamos reconocer que existe otra condición que nadie podrá borrar ni aniquilar ya que es puro regalo: la condición de hijos amados, esperados y celebrados por el Padre", ha dicho.
Así, el obispo de Roma ha invitado a los fieles a mirar y contemplar el corazón del Padre. "Sólo desde ahí podremos redescubrirnos cada día como hermanos", ha concluido.
En el país africano los cristianos son un grupo pequeño que suma cerca de 30.000 personas y cuenta con 4 obispos, 15 sacerdotes diocesanos, 31 religiosos, 10 religiosos no sacerdotes y cinco entre misioneros laicos y catequistas, distribuidos en dos circunscripciones eclesiásticas y 35 parroquias. El Papa se ha trasladado a continuación se ha trasladado al Aeropuerto de Rabat-Sal donde tendrá lugar la ceremonia de despedida. Francisco regresará a Roma en torno a las 21:30.