"África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear", denuncia
ROMA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha condenado el "colonialismo económico" de los países ricos que ha "ensangrentado" los diamantes de República Democrática del Congo y, en su primer discurso en el país donde permanecerá cuatro días antes de trasladarse a Sudán del Sur, también ha defendido que "África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear".
"Tras el colonialismo político, se ha desatado un colonialismo económico igualmente esclavizador. Así, este país, abundantemente depredado, no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: se ha llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en "extranjero" para sus habitantes", ha señalado el Pontífice.
Francisco ha llegado a las 14:38 (hora local) al aeropuerto internacional de N'djili, en Kinshasa, donde ha sido recibido por el primer ministro del país, Anatole Collinet Makosso. Después se ha trasladado en coche al Palacio de la Nación -a 29 kilómetros del aeropuerto- donde se ha reunido en privado con el presidente, Félix Antoine Tshisekedi Tshilombo. Una vez en el jardín, el Papa ha pronunciado su discurso a las autoridades, en el que ha señalado que "el veneno de la avaricia ha ensangrentado sus diamantes".
"Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca", ha denunciado el Papa que ha instado a respetar al país y ha reservarle espacio y atención en la agenda internacional. "No toquen la República Democrática del Congo, no toquen África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear", ha exclamado el Papa.
Del mismo modo, ha reprochado a la comunidad internacional que "casi se haya resignado a la violencia que lo devora". "No podemos acostumbrarnos a la sangre que corre en este país desde hace décadas, causando millones de muertos sin que muchos lo sepan", ha dicho.
El Pontífice también se ha referido al "carácter polifacético" del RDC donde conviven más de 200 grupos étnicos y ha defendido que "es una riqueza que hay que cuidar, evitando caer en el tribalismo y la contraposición".
"Tomar partido obstinadamente por la propia etnia o por intereses particulares, alimentando espirales de odio y violencia, va en detrimento de todos, ya que bloquea la necesaria 'química del conjunto'", ha asegurado el Pontífice, que no se desplazará a Kivu del Norte, una zona donde hay activas más de 100 milicias muy violentas que combaten entre sí para apropiarse de la explotación de minas de coltán.
El Papa ha pedido que la violencia y el odio "no tengan ya cabida en el corazón ni en los labios de nadie, porque son sentimientos antihumanos y anticristianos que paralizan el desarrollo y hacen retroceder, hacia un pasado oscuro". Así, ha lamentado que la República Democrática del Congo está "atormentada por la guerra" y siga sufriendo, dentro de sus fronteras, "conflictos y migraciones forzosas, y continúa padeciendo terribles formas de explotación, indignas del hombre y de la creación".
"Este inmenso país lleno de vida, este diafragma de África, golpeado por la violencia como un puñetazo en el estómago, pareciera desde hace tiempo que está sin aliento", ha señalado el Papa tras condenar los deplorables intentos de fragmentar el país.
Este miércoles por la mañana, el Pontífice celebrará la Santa Misa en el Aeropuerto Ndolo. Por la tarde tendrá lugar el encuentro con las víctimas del Oriente del país y el encuentro con representantes de organizaciones benéficas, ambos en la Nunciatura Apostólica
El jueves por la mañana, el Papa mantendrá un encuentro con jóvenes y catequistas en el Estadio de los Mártires, lugar que se ha visto afectado por las lluvias torrenciales que están azotando la capital. De hecho, el escenario ha sufrido desperfectos, aunque ya se está trabajando para volverlo a acondicionar. La última visita de un pontífice a la capital congoleña, Kinshasa fue en agosto de 1985, cuando el entonces papa Juan Pablo II permaneció dos días en ese país, que entonces se llamaba Zaire. El Papa Francisco estuvo por última vez en África en 2019 con un viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio.