ROMA 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha condenado el "pecado gravísimo" de dejar sin empleo con "maniobras económicas" o intereses oscuros y ha aseverado que los dirigentes están obligados a garantizar el trabajo a todos.
"Los que por maniobras económicas, para hacer negocios que no están claros, cierran fábricas y quitan el trabajo a los hombres cometen un pecado gravísimo", ha señalado de forma improvisada durante la audiencia general de este miércoles.
"El trabajo nos da dignidad y los responsables de esos puestos, los dirigentes, tienen la obligación de hacer todo lo posible para que cada hombre y mujer pueda trabajar y así ir con la cabeza alta, con dignidad", ha recalcado.
Además, ha invitado a los católicos a mostrar un amor "verdadero" por los más necesitados y ha arremetido contra la "hipocresía" del amor de "telenovela" durante la audiencia general de este miércoles.
"Cuando se ama, hay que evitar caer en la hipocresía de buscar nuestros propios intereses, y también en la idea falsa de pensar que si se ama es sólo mérito de uno mismo", ha asegurado ante miles de fieles en la plaza de San Pedro.
Francisco ha pedido que en el periodo de Cuaresma, que para los cristianos conduce a la Pascua y Resurrección de Cristo, sean "alegres en la esperanza" y "reaviven en sus corazones el amor que han recibido de Dios". En este sentido, ha recordado que "la auténtica caridad nace del encuentro personal con el rostro misericordioso de Jesús, y lleva al encuentro sincero con los hermanos".
"Sólo de esta forma podremos mantenernos alegres en la esperanza, pues sabemos que a pesar de nuestras debilidades y fallos, y hasta en los momentos más difíciles, el amor de Dios nunca nos abandona, y nos impulsa a compartir con nuestros hermanos todo lo que cada día recibimos de él", ha agregado.