MADRID 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha dado permiso a sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X, conocidos como 'lefebvrianos' para celebrar matrimonios en circunstancias especiales, según una nueva disposición regulatoria que busca "conseguir la plena comunión" con esta hermandad que no reconoce los avances del Concilio Vaticano II.
La decisión pontificia queda recogida en la carta escrita por la Pontifica Comisión Ecclesia Dei y dirigida a todas las conferencias episcopales y publicada este martes. Esta disposición se une a la que ya incluía la carta apostólica 'Misericordia et misera' -publicada el pasado noviembre-, que autorizaba a los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X a confesar y absolver los pecados.
Si bien en la carta de Ecclesia Dei se recalca que "la situación canónica de la Fraternidad S. Pío X continúa siendo, por ahora, objetivamente ilegítima", se agrega que el Papa ha determinado que se "concedan las licencias para asistir a los matrimonios de fieles que siguen la actividad pastoral de la Fraternidad".
Para ello, se incluyen indicaciones, como que "siempre que sea posible, el obispo delegará a un sacerdote de la diócesis para asistir los matrimonios, recibiendo el consentimiento de los cónyuges, y después la misa tridentina, como se llama la de antes del Concilio Vaticano II, la celebrará un sacerdote de la Fraternidad.
La Hermandad Sacerdotal San Pío X fue fundada en noviembre de 1970 entorno a Marcel Lefebvre, un arzobispo francés conocido por su oposición al rumbo tomado por la Iglesia católica con el Concilio Vaticano II (1962-1965). El hecho de que no acepten la aplicación del Concilio Vaticano II hace que, en la práctica, estén separados de la Iglesia católica desde 1988 cuando se introdujeron varias novedades. Uno de sus características es la defensa de la misa tradicional de rito romano. En 1988, se fraguó un cisma con la Iglesia católica después de que su fundador ordenara sin el permiso de San Juan Pablo II a cuatro obispos, entre ellos, al actual superior general de los "lefebvrianos", Bernard Fellay.
Este permiso constituye un nuevo gesto para la reconciliación con los 'lefebvrianos', que comenzó cuando Benedicto XVI permitió en 2007 la práctica de la misa en latín y de espaldas a los fieles y levantó las cuatro excomuniones a los obispos ordenados.