ROMA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha denunciado la violación de los derechos que sufren los inmigrantes, a menudo con "la complicidad de las autoridades competentes" y ha clamado para detener este "naufragio de la civilización" comportándose con "humanidad".
"Es el naufragio de la civilización, que amenaza no sólo a los refugiados, sino a todos nosotros. ¿Cómo podemos salvarnos de este naufragio que amenaza con hundir la nave de nuestra civilización? Comportándonos con humanidad", ha señalado el Papa desde el centro PeaceLab, gestionado en Malta por los franciscanos, que acoge a más de 60 migrantes y cuenta con tres consultas médicas.
El Papa ha elegido este lugar para cerrar su visita a Malta. Durante el acto público, ha escuchado el testimonio de varias personas que evocan las de miles y miles de personas que en estos últimos días se han visto forzadas a huir de Ucrania a causa de la guerra. Pero también las de muchos otros hombres y mujeres que, buscando un lugar seguro, se han visto obligados a dejar la propia casa y la propia tierra en Asia, en África y en las América.
El Papa ha destacado que como señaló hace "algunos meses en Lesbos" ha viajado a Malta para decirles que está "cerca" de ellos. En su discurso dirigido desde un palco decorado con botellas de plástico que simbolizaban la contaminación del Mediterráneo y los chalecos salvavidas de los muertos intentando cruzarlo, el Pontífice ha instado a preguntarse: "¿Y si en esa barca viajara mi hijo, o mi hija, o yo?".
Francisco ha escuchado las historias que han vivido Daniel o Siriman, migrantes que se encuentran en este centro maltés, y ha instado a dar a los migrantes una acogida humana.
"No caigamos en esta trampa. Respondamos al desafío de los migrantes y de los refugiados con el estilo de la humanidad, encendamos hogueras de fraternidad, en torno a las cuales las personas puedan calentarse, recuperarse y reavivar la esperanza", ha manifestado el Papa.
Francisco ha constatado que buena parte de los migrantes que emprenden la aventura de abandonar su tierra natal para desplazarse a Europa por el Mediterráneo acaban naufragando. En su alocución, ha nombrado la multitud de amenazas, como la violación de sus derechos fundamentales, con la que se topan estas personas a menudo "con la complicidad de las autoridades competentes".
"Se necesita tiempo para que sane esa herida; se necesita tiempo y sobre todo experiencias ricas de humanidad: encontrar personas acogedoras, que saben escuchar, comprender, acompañar; y también estar junto con otros compañeros de viaje para compartir, para llevar juntos el peso. Esto ayuda a cicatrizar las heridas", ha valorado.
La presión migratoria en Malta se ha reducido desde 2019. Ese año, el Gobierno alcanzó un polémico acuerdo con Libia para que sus Fuerzas Armadas se coordinaran con los guardacostas libios para combatir la inmigración ilegal. Según ACNUR, en 2021 llegaron a la isla 832 migrantes por mar, una cuarta parte de los 3.406 de 2019. En el mismo período, el número de solicitudes de asilo por millón de habitantes se ha reducido a la mitad.