ROMA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha señalado que un buen sacerdote no reza como un "papagayo" y se deja "agotar" por la gente, ya que no lleva "una vida estática", durante su encuentro con los Obispos de Liguria y representantes de otras confesiones en la catedral de San Lorenzo de Génova, adónde ha viajado este sábado.
"¿Cómo era el estilo de Jesús como pastor? Jesús siempre estaba en camino. En los Evangelios siempre se nos muestra a Jesús en camino, en medio de la gente, de las multitudes", ha explicado Francisco.
El Pontífice ha instado a los sacerdotes a establecer una buena relación de cercanía con los necesitados y con Dios al señalar que cuanto más se imite "el estilo de Jesús", mejor harán su trabajo de pastores. Y ha especificado a este respecto: "Si pudiéramos imaginar cómo era el horario de la jornada de Jesús, leyendo los Evangelios, podríamos decir que la mayor parte del tiempo lo pasaba en la calle. Esto significa cercanía a la gente, cercanía a los problemas: no se escondía".
Así, ha instado al clero a no tener miedo "al movimiento" sino más a la "vida estática". "El miedo a una vida de sacerdote que lo tiene todo bien resuelto, bien en orden, estructurado, todo en su lugar, en hora. Yo tengo miedo de esos sacerdotes estáticos, que incluso permanecen estáticos en la oración, 'yo rezo de tal hora a tal hora'", ha explicado.
"Jesús siempre fue un hombre de calle, un hombre de camino, un hombre abierto a las sorpresas de Dios. En cambio, el sacerdote que lo tiene todo planificado, todo estructurado, que permanece generalmente cerrado a las sorpresas de Dios y que se pierde esa alegría de la sorpresa del encuentro", ha agregado.
Por ello, ha aconsejado a los sacerdotes a que se desprendan de sus egos, que sean humildes, porque "uno de los signos que indican que no se va bien por el camino es cuando el sacerdote habla demasiado de sí mismo, de las cosas que hace, de lo que le gusta hacer, es un signo de que no es un hombre de encuentro, como mucho es un hombre del 'espejo', le gusta mirarse, verse reflejado".
Además, les ha pedido que tengan "fraternidad sacerdotal" porque si no, "hay traición". "Se traiciona al hermano. Se vende al hermano. El mayor enemigo de la fraternidad sacerdotal es la murmuración por envidia, por celos o porque no me cae bien, o porque piensa de otra manera, o quizás porque se ve más importante la ideología que la fraternidad", ha señalado finalmente.