El Papa elogia a los doce misioneros redentoristas españoles beatificados: "Que su testimonio empuje a ser coherentes"

ROMA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha puesto de ejemplo a los doce misioneros redentoristas españoles beatificados este sábado, asesinados por odio a la fe en 1936, y ha instado a que sus testimonios "empujen a ser coherentes y valientes".

"Ayer en Madrid fueron beatificados Vicente y otros once compañeros de la congregación del Santísimo Redentor, asesinados por odio a la fe en 1936 en España. Que el ejemplo de estos testigos de Cristo hasta la donación de la sangre nos empuje a ser coherentes y valientes y que su intercesión ayude a quienes trabajan para sembrar el evangelio en el mundo", ha señalado el Pontífice tras el rezo del Ángelus de este domingo.

Asimismo, Francisco ha recordado que este domingo se celebra la Jornada Misionera Mundial y ha alentado a apoyar a los misioneros para que "puedan proseguir con la evangelización y promoción humana". "Hoy es una ocasión importante para reavivar en los bautizados el deseo de participar en la misión mediante el testimonio y el anuncio de Evangelio", ha afirmado el Papa.

También este domingo, el Pontífice ha animado a los jóvenes a inscribirse para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa en agosto de 2023, tal y como ha hecho él mismo durante la oración, junto a dos jóvenes portugueses.

Por otro lado, el Papa ha anunciado que participará el próximo martes 25 de octubre en un rezo en el Coliseo para pedir por la paz en Ucrania y en el mundo junto a representantes de otras iglesias y religiones mundiales, reunidos en Roma para el encuentro 'El grito de la paz'.

El Pontífice ha llamado a evitar el narcisismo y el exhibicionismo y no caer en el uso excesivo de la palabra 'yo' en los labios. "Donde hay demasiado yo, hay poco Dios. En mi tierra, el nombre para esta gente es 'yo mi conmigo para mí', es el autoincienso, te hace caer en el ridículo", ha subrayado.

Las palabras del Papa en el Ángelus, basadas en la parábola del fariseo y del publicano, invitan a "descender en humildad" y ha advertido sobre la tentación del "orgullo espiritual". "Te lleva a creerte bueno y a juzgar a los demás. Y así, sin darte cuenta, adoras a tu propio yo y borras a tu Dios", ha concluido.