El Papa Francisco asegura que Lutero dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en manos del pueblo

El Papa Francisco
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Actualizado: viernes, 28 octubre 2016 17:30

ROMA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha asegurado que el impulsor de la Reforma protestante, Martín Lutero, dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en las manos del pueblo y ha advertido a los católicos de que no pueden ser "sectarios".

"Lutero dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en manos del pueblo", afirma el Papa en una entrevista concedida a la revista de los jesuitas suecos Sigrum, junto al director de la publicación La Civiltà Cattolica, en vísperas de su viaje a Suecia el próximo 31 de octubre, con motivo de la conmemoración de los 500 años de la Reforma, organizada por la Federación Luterana Mundial y el Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos.

Francisco, que tiene amigos luteranos desde joven y también de los tiempos del ministerio episcopal, asegura que viaja a Suecia para "acercarse" a sus "hermanos y hermanas" porque, según señala, "la cercanía hace bien a todos". En este sentido, insiste en que no se puede ser al mismo tiempo "católico y sectario".

"La distancia en cambio nos hace mal. Cuando nos alejamos, nos cerramos dentro de nosotros mismos, adquirimos miedos. Es necesario aprender a trascender para el encuentro con los demás. Si no lo hacemos, también nosotros cristianos enfermamos con las divisiones. Con este viaje espero dar un paso de acercamiento", subraya.

Además, el Pontífice precisa que la Iglesia Católica puede aprender de la Luterana, sobre todo de "reforma y escritura". La primera porque, según indica, al principio lo de Lutero era un gesto de reforma en un momento difícil para la Iglesia y quería poner "un remedio a una situación compleja".

Sin embargo, añade que después este gesto, también a causa de la situación política, se ha convertido "en un estado de separación y no en un proceso de reforma de toda la Iglesia" que, en cambio, considera fundamental, porque la Iglesia está siempre en reforma.

En 1517, Martín Lutero desencadenó una de las mayores fracturas de la historia de la Iglesia con la división entre protestantes y católicos, que se mantuvieron enfrentados hasta el reinicio del diálogo teológico entre ambos en 1967, tras el Concilio Vaticano II.

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