Actualizado: martes, 28 febrero 2017 17:22


ROMA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha instado a los gobernantes de los países que reciben migrantes y refugiados que huyen de la guerra o el hambre a acoger a todos los que sea posible por capacidad pero siempre que les vayan a poder integrar.

"Lo que falta es integración. Luego cada país debe estudiar qué número es capaz de acoger. Y no se puede acoger si no hay posibilidad de integración", ha precisado el Pontífice en una entrevista concedida a la revista italiana 'Scarp de' tenis', ligada a las Cáritas Italiana y Ambrosiana, con motivo de la próxima visita del Papa a Milán.

En concreto, Francisco recuerda que los países desarrollados a los que llegan los migrantes y refugiados son de alguna manera "culpables" de su situación. "Explotamos sus tierras pero no hacemos ningún tipo de inversión para que puedan beneficiarse. Ellos tienen el derecho a emigrar y tienen derecho a ser acogidos y ayudados", subraya.

Si bien, invita a hacerlo utilizando la virtud cristiana de la "prudencia" que, según precisa, deberían tener los gobernantes. En este sentido, insta a acoger "a todos aquellos que se pueda acoger", en lo que respecta al número, siempre que se les vaya a poder integrar que reconoce que es "lo más difícil". Sin embargo, precisa que si no se hace, los migrantes y refugiados quedan en "guetos".

El Pontífice pone el ejemplo del grupo de 13 personas al que trajo de Lesbos en su avión cuando regresó de su viaje a un campo de refugiados. El segundo día de estancia en Roma, gracias a la Comunidad de San Egidio, los niños ya asistían a la escuela, se buscó un alojamiento a las familias, los padres pudieron asistir a clases para aprender el idioma y encontrar trabajo. Tampoco hay que olvidar, según puntualiza, que la integración no solo consiste en que los migrantes respeten las leyes del país y la cultura sino también poner en valor sus propias riquezas culturales.

También se refiere a su propia experiencia como miembro de una familia de migrantes. "Mis abuelos y mi padre deberían haber partido a finales de 1928, tenían el billete para el barco Principessa Mafalda, que se hundió frente a la costa de Brasil. Pero no pudieron vender a tiempo aquello que poseían y cambiaron el billete embarcándose en el Giulio Cesare el 1 de febrero de 1929. Por eso estamos aquí", explica.

Por otro lado, sobre la limosna a las personas pobres que piden en la calle, el Papa pide no escudarse en determinados argumentos, en referencia a quienes dicen que no dan dinero porque luego la persona se lo gasta en alcohol. "¿Pero cómo? ¿Yo le doy dinero y él lo gasta en un vaso de vino? Un vaso de vino es la única felicidad que tiene en la vida, eso está bien. Pregúntese sobre lo que usted hace en secreto", invita el Pontífice.

Más noticias