ROMA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha instado a los sacerdotes a no cerrar las puertas de la Iglesia a los jóvenes que conviven sin casarse en un discurso en el Vaticano, a los participantes en el curso de formación para párrocos, promovido por la Rota Romana, sobre el nuevo proceso matrimonial.
Entre los presentes estaba el cardenal español y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra, que esta tarde tomará posesión del título cardenalicio en la Iglesia de Santa María en Trastevere.
"Los párrocos son los primeros interlocutores de la Iglesia con las familias, las uniones de hecho, uniones civiles, uniones fracasadas, los jóvenes que quieren casarse, felices e infelices. Por ello deben profundizar estos temas, para ser compañeros de viaje de toda persona y en cualquier situación con su testimonio y apoyo", ha especificado el Papa.
Francisco ha señalado que los jóvenes que viven juntos sin haber pasado por el altar "en el plano espiritual y moral, están entre los pobres y los pequeños, para los que Iglesia, sobre las huellas de su Maestro y Señor, quiere ser madre que no abandona sino que se acerca y por los que se preocupa". Y ha añadido: "También estas personas son amadas por el corazón de Cristo. Tengan hacia ellos una mirada de ternura y de compasión".
De otro lado, ha recordado que está temática fue profundizada en el Sínodo de los Obispos sobre el tema "Matrimonio y familia", y elaborada de forma orgánica en la Exhortación apostólica 'Amoris laetitia'. En este sentido, les ha recordado que "deberán aplicarla concretamente en su contacto cotidiano con las familias".
Así durante su discurso también ha instado a los sacerdotes a estar "cerca de aquellos cónyuges que, a causa de serios problemas en su relación, tienen necesidad de reavivar la fe y volver a descubrir la gracia del Sacramento; y en ciertos casos piden indicaciones para iniciar un proceso de nulidad".
"Nadie mejor que ustedes --ha indicado Francisco-- conoce y está en contacto con la realidad del tejido social en el territorio, experimentando su variada complejidad: uniones celebradas en Cristo, uniones de hecho, uniones civiles, uniones fracasadas, familias y jóvenes felices e infelices". De este modo, ha invitado a los párrocos a ser con su testimonio y apoyo "compañeros de viaje de toda persona y en toda situación".
Finalmente ha pedido a los curas que sean testimonio de "la gracia" del Sacramento del matrimonio y el bien primordial de la familia, que ha definido como "célula vital de la Iglesia y de la sociedad, proclamando que el matrimonio entre un hombre y una mujer es signo de la unión esponsal entre Cristo y la Iglesia".
"Tal testimonio lo realizan concretamente cuando preparan a los novios al matrimonio, haciéndolos conscientes del significado profundo del paso que están por cumplir. No dejen de recordar siempre a los esposos cristianos que en el Sacramento del matrimonio Dios, por así decir, se refleja en ellos, imprimiendo su imagen y el carácter indeleble de su amor", ha subrayado finalmente.