El Papa invita a los padres a enseñar a sus hijos a santiguarse para evitar gestos sin sentido en la misa

ROMA, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha invitado a los padres a enseñar a sus hijos a santiguarse para evitar gestos sin sentido en la misa. Así lo ha indicado durante la Audiencia General de este miércoles en la que ha continuado con el ciclo de catequesis dedicadas a la Eucaristía.

"¿Ustedes han visto como los niños hacen el signo de la cruz? Los niños no lo saben, hacen así una señal que parece un dibujo. Mamá, papá enseñen a sus niños a hacer bien la señal de la cruz", ha manifestado Francisco.

Además, ha añadido que haciendo la señal de la cruz, no solo se hace memoria del Bautismo, sino que se afirma "que la oración litúrgica es el encuentro con Dios en Jesucristo". "Por nosotros se encarnó, murió en la cruz y resucitó en la gloria", ha señalado.

El Papa, que ha presidido la audiencia en el aula Pablo VI del Vaticano ante 5.000 personas, también ha pedido a los fieles que no lleguen tarde a la Eucaristía. "No es una buena costumbre mirar el reloj, decir 'estoy a tiempo', y llegar después del sermón", ha señalado. Por ello, ha invitado a llegar con cierta anticipación a la Iglesia "para preparar el corazón a este rito, a esta celebración de la comunidad".

Asimismo, ha destacado la importancia de responder a las palabras que pronuncia el sacerdote. Por ejemplo, cuando señala: 'El Señor esté con ustedes'; a lo que los fieles responden: 'Y con tu espíritu'. "Este saludo y esta respuesta manifiestan el misterio de la Iglesia reunida, que confiesa una misma fe y desea estar unida con su Señor", ha subrayado.

"Estamos entrando en una sinfonía, en la cual resuenan varias tonalidades de voces, incluidos los momentos de silencio, en vista de crear un acorde entre todos los participantes, es decir, de reconocernos animados por un único Espíritu y por un mismo fin", ha agregado.

Igualmente, ha reflexionado sobre el acto penitencial, que para el Papa "no es solamente pensar en los pecados cometidos, sino confesarse pecadores ante Dios y ante los hermanos". "No se trata solamente de pensar en los pecados cometidos sino mucho más: es la invitación a confesarnos pecadores ante Dios y ante la comunidad, ante los hermanos, con humildad y sinceridad", ha concretado.