El Papa lamenta los ataques al hospital y a la iglesia ortodoxa en Gaza: "Hermanos, parad"

El Papa Francisco pronuncia la oración del Ángelus desde la ventana que da a la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
El Papa Francisco pronuncia la oración del Ángelus desde la ventana que da a la Plaza de San Pedro en el Vaticano. - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA
Actualizado: domingo, 22 octubre 2023 15:42

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MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha lamentado este domingo los ataques al hospital Al Ahli y la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio en la Franja de Gaza, y ha pedido detener la guerra que "siempre es una derrota y una destrucción de la fraternidad humana".

"Hermanos, parad", ha clamado el Pontífice tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde ha reiterado que los acontecimiento en Israel y Palestina le mantienen "preocupado y conmovido".

Francisco ha afirmado que le "duele" que el hospital anglicano y la parroquia ortodoxa "hayan sido golpeados en los últimos días" y ha vuelto a pedir la apertura de espacios para que "siga llegando ayuda humanitaria" a Gaza, así como ha demandado la "liberación de los rehenes" israelíes secuestrados por Hamás.

"Estoy cerca de todos los que sufren, los rehenes, los heridos, las víctimas y sus familias", ha asegurado el Papa, quien ha reclamado así el fin de esta guerra que, como "todas las guerras que hay en el mundo, es una derrota". "La guerra siempre es una derrota, una destrucción de la fraternidad humana", ha aseverado.

Asimismo, Francisco, que se ha acordado también de "la atormentada Ucrania", ha invitado a participar "activamente" el 27 de octubre en la Jornada de Oración y Ayuno por la Paz convocada ante la guerra entre Israel y Hamás y la situación en Gaza.

Por otro lado, en el Ángelus, el Pontífice ha reivindicado que en los cristianos está impresa la imagen de Dios "que nada ni nadie puede oscurecer" y ha subrayado a los fieles que "son del Señor" y no deben "ser esclavos de ningún poder mundano".

En este contexto, ha advertido de que no se debe pensar que "una cosa es la fe con sus prácticas y otra la vida cotidiana", y ha apelado a "devolver a la sociedad lo que ella ofrece a través de una contribución como ciudadanos responsables", un aspecto en el que ha abogado por "promover el derecho y la justicia en el mundo del trabajo" y "pagar impuestos honestamente".

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