ROMA 10 May. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha llamado a trabajar por la seguridad, la justicia y la paz en el Sahel, una zona del Africa subsahariana que atraviesa 6.000 kilómetros y abarca 10 países, frente a "tanta hipocresía y tantas promesas incumplidas", y ha instado a la comunidad internacional a implicarse en la situación.
"La paz permite un desarrollo humano integral que se construye día a día en la búsqueda del orden querido por Dios (...) Hago un llamamiento a todas las partes interesadas, en África y en el resto del mundo en su conjunto, especialmente a los responsables políticos y económicos. Su responsabilidad está en juego", ha señalado.
En su mensaje a la Fundación Juan Pablo II por el Sahel, que fundó el Papa polaco en 1984, tras su primer viaje a África, con el objetivo de aliviar el sufrimiento su población, Framcisco ha exhortado a los cristianos a "estar en primera línea, siempre y en todas partes, para responder al grito silencioso de los innumerables pobres del mundo, especialmente en el Sahel, para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos ante tanta hipocresía y tantas promesas incumplidas".
La organización del Vaticano, que ha cumplido 40 años y gestiona el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, tiene su sede en Uagadugú (Burkina Faso) y a ella pertenecen nueve países de la región del Sahel: Burkina Faso, Cabo Verde, Gambia, Guinea Bissau, Malí, Mauritania, Níger, Senegal y Chad.
Francisco ha subrayado que la Santa Sede sigue con particular interés a la Fundación a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, consciente de que sus actividades contribuyen a mejorar la situación humanitaria y social de las poblaciones del Sahel.
Así, ha invitado a cuidar el medio ambiente pero también "a cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios", porque estas actitudes van de la mano, y porque "cualquier encuentro con una o varias personas en situación de pobreza o vulnerabilidad nos provoca e interpela".
Con respecto a la situación en el Sahel, el Papa ha señalado que algunos países "siguen atravesando crisis que amenazan cada vez más la paz, la estabilidad, la seguridad y el desarrollo". Además, ha observado que todos los fenómenos están relacionados entre sí y que "el terrorismo, la inseguridad económica, el cambio climático y las relaciones intercomunitarias agravan la vulnerabilidad de los Estados y la pobreza de los ciudadanos, provocando la emigración de los jóvenes".