ROMA 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha aterrizado este domingo en la isla de Lesbos para visitar por segunda vez en su Pontificado un campo de refugiados, a tan solo 30 kilómetros de las visibles costas turcas, como ya hiciera hace cinco años con el de Moria que ardió en septiembre de 2020 y del que se trajo a doce personas solicitantes de asilo en el avión de regreso a Roma.
Se trata del asentamiento de Mavrovouni donde viven 3.000 migrantes, aunque legó a haber el triple, repartidas entre tiendas y contenedores, pero sin acceso al baño. Fue levantado justo después del incendio para acoger a los inmigrantes y actualmente es el único centro que sigue en pie en la isla, y cuenta con mayor vigilancia por parte de la policía y un férreo control de entradas y salidas.
El 70% de las personas alojadas proceden de Afganistán, un 10% de Somalia y un 6% de República Democrática del Congo. Según las autoridades griegas, la cifra de personas en el campamento era el triple. El Papa visitará el campo unas horas y tal y como ha anunciado él mismo pondrá el foco en la "herida" abierta de tantos "emigrantes en busca de esperanza".
Como ya hiciera en 2016, el Papa regresa a la isla de Lesbos, símbolo del drama de miles de refugiados, para visitar "una humanidad herida en la carne de tantos emigrantes en busca de esperanza".
En aquella ocasión, el Papa se trajo consigo en el avión a doce personas que malvivían en el campo de refugiados de Moria. Fue la organización católica de la Comunidad de San Egidio la elegida por el Papa por su experiencia en el campo de la migración, para viajar hasta Grecia y tramitar los permisos para las familias que regresaron con el Papa. Daniela Pompei, de la comunidad de San Egidio, viajó tres días antes que el Papa para tramitar la elección de las familias que vendrían hasta Italia con el Papa.
En conversación con Europa Press, señala que "solo trayéndolos de manera legal se evitan las mafias". "Además es más seguro para nosotros porque hay muchos más controles", añade.
Según precisa, en aquella ocasión "el Papa tuvo la idea de ir a Lesbos tras ver las imágenes trágicas del campo de refugiados de Idomeini". "La comunidad de San Egidio supo de la iniciativa del pontífice tan sólo 3 días antes de que llegara el Papa", detalla Pompei. En cuanto a la elección de las familias asegura que prevalecieron las condiciones de "vulnerabilidad" como tener alguna enfermedad o viajar con niños pequeños.