LA HABANA, 19 Sep. (del enviado especial de Europa Press, Darío Chimeno) -
El Papa Francisco ha hecho referencia este sábado a la situación en la que se encuentra el mundo a su llegada a Cuba. "El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo", ha asegurado tras tomar tierra en La Habana a las 15.50 horas.
A las 16.00 el Santo Padre se asomaba a la puerta del avión. En su discurso de acogida el Santo Padre ha citado tres veces la palabra reconciliación, dos de ellas previstas en su discurso y la última en una frase improvisada justo al final del mismo cuando ha manifestado la importancia de la cultura del diálogo y del encuentro como medio para superar obstáculos en las relaciones políticas.
Además de recordar que "desde hace varios meses, el mundo está siendo testigo de un acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento", el Pontífice ha querido remarcar que dichos logros son un "signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo".
Con sus palabras, Francisco ha querido animar "a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a favor de la paz y el bienestar de sus pueblos, de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero".
Al comienzo de su discurso, además de saludar a las autoridades políticas, encabezadas por el Presidente de Cuba, Raúl Castro, y a las autoridades católicas, con el Cardenal Jaime Ortega y el presidente de la Conferencia Episcopal, mons. Dionisio Guillermo, el Papa quiso saludar al hermano de Raúl Castro, Fidel, con unas palabras especiales: "Quisiera pedirle a Usted, Señor Presidente, que transmita mis sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano Fidel. A su vez, quisiera que mi saludo llegase especialmente a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y a todos los cubanos dispersos por el mundo".
El Santo Padre ha querido hacer referencia a dos aniversarios que se cumplen ahora: el 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, momento que aprovechó para citar a sus predecesores, también en las visitas a Cuba, san Juan Pablo II y Benedicto XVI; y el primer centenario de la proclamación de la Virgen de la Caridad del Cobre como patrona de Cuba.
Repitiendo "el ardiente llamamiento" que san Juan Pablo II pronunció en su primer discurso en tierras cubanas, "que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba*, Francisco ha querido insistir en esa vocación de Cuba de "ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad", porque Cuba tiene "un valor extraordinario como *llave* entre el norte y el sur, entre el este y el oeste".
En relación al centenario del patronazgo nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, el Papa reconoció que esta advocación "ha acompañado la historia del pueblo cubano, sosteniendo la esperanza que preserva la dignidad de las personas en las situaciones más difíciles y abanderando la promoción de todo aquello que dignifica al ser humano"