ROMA, 2 May. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha pedido que se ablande el corazón de los que están cerrados en la Ley y ha invitado a tenerlo "abierto para que el Espíritu Santo actúe en él" porque hacen mucho daño a la Iglesia, durante la homilía de la misa que ha pronunciado en la Casa Santa Marta.
Francisco ha señalado que para poder dar el testimonio cristiano es necesario tener el corazón abierto porque -según ha observado- los cerrados "hacen sufrir mucho a la Iglesia".
"Entremos en ese diálogo y pidamos la gracia de que el Señor ablande un poco nuestros duros corazones y de la gente que permanece siempre cerrada en la Ley y que condena todo aquello que está fuera de la Ley", ha dicho.
El Pontífice argentino ha reflexionado sobre el martirio de San Esteban, narrado en la Primera Lectura, y ha centrado su homilía en el testimonio de obediencia que todo cristiano debe ofrecer.
"Los corazones cerrados, los corazones de piedra, los corazones que no quieren abrirse, que no quieren escuchar, los corazones que solo conocen el lenguaje de la condena. Están condenados. No saben decir: 'Pero explicarme, ¿por qué dices esto?'. No, están cerrado. Lo saben todo. No necesitan ninguna explicación", ha especificado.
Así, ha comparado a los "obstinados, incircuncisos de corazón y de oídos" con los "paganos" porque tenían "el corazón cerrado y duro", un corazón "en el que no podía entrar el Espíritu Santo".
Finalmente, ha explicado que en un corazón cerrado "no hay sitio para el Espíritu Santo". "Un corazón cerrado, un corazón obstinado, un corazón pagano no deja entrar al Espíritu y se siente suficiente en sí mismo", ha concluido.